el tanto de Ferran dejó atónitos a los jugadores

El primer tiempo del duelo entre el RCD Mallorca y el FC Barcelona en la jornada 1 de La Liga no solo ha destacado por algunos detalles técnicos de Pedri o Lamine Yamal, sino por la sucesión de jugadas polémicas que han despertado la indignación de las gradas de Son Moix.

Los culés se han marchado al descanso con dos goles de ventaja y dos jugadores más sobre el césped, en unos 45 minutos en los que los de Hansi Flick fueron superiores en un duelo marcado por las acciones accidentadas.

La que más encendió a la grada fue el segundo tanto culé, firmado por Ferran Torres. Tras un chut de Lamine que se estrelló en la cabeza de Raíllo, el central cayó desplomado al suelo y la pelota le cayó al 7 blaugrana.


Ferran Torres anota el segundo con Raíllo en el suelo.

Los jugadores, atónitos, daban por hecho que el juego había sido detenido y la defensa se desentendió de la jugada. Ferran se detuvo sin saber qué hacer, pero chutó a portería con un golpeo que se coló por la escuadra.

Los jugadores del Barça no sabían si celebrar el gol y los del Mallorca se lanzaron sobre Munuera Montero para pedirle que el tanto no subiese al marcador.

El colegiado no había pitado ni indicado que el juego debía detenerse, así que el gol era legal. Los aficionados, que no entendían nada, estallaron contra el árbitro y consideraron que el Barça se había beneficiado de una jugada con tintes antideportivos.

La acción que motivó la expulsión de Muriqi.


La acción que motivó la expulsión de Muriqi.

Más allá de esta confusión generalizada, el primer gol culé tampoco estuvo exento de polémica.

Lamine Yamal puso un centro medido que Raphinha envió a la red, pero el Mallorca protestó alegando que en el control del 10 la pelota se había ido fuera por la banda. El VAR intervino y decretó que la pelota no había salido del todo y el gol subió al marcador. 

Por si fuera poco, el Mallorca se quedó con nueve jugadores por la expulsión de Morlanes (doble amarilla) y Muriqi (roja directa).

El centrocampista bermellón derribó a Lamine en la frontal con una entrada a destiempo que le costó la segunda amarilla, mientras la roja al delantero también obligó al VAR a intervenir.

La acción que le costó la amarilla a Raphinha.


La acción que le costó la amarilla a Raphinha.

En un salto, Muriqi estiró la pierna a la altura de la cabeza de Joan García y golpeó al portero en la cara. En primera instancia, el colegiado decretó amarilla, pero el VAR, que este año pretende intervenir solo ante errores claros, consideró que la acción era merecedora de roja.

Munuera Montero acudió al monitor y la imagen no dejó lugar a dudas. Consideró que Muriqi levantó la pierna de forma temeraria y el árbitro decidió expulsarlo.

Entre tanto accidente, se tuvieron que añadir siete minutos de descuento antes del descanso y ahí también hubo polémica. Tal como estaba el partido, una fea entrada de Raphinha (que le costó amarilla) acabó por caldear los ánimos en Son Moix.

La grada pedía la roja y aplaudía irónicamente cada decisión a favor del Mallorca. Los jugadores de Arrasate, de hecho, increparon al brasileño de camino a vestuarios.

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