Adelgazar es uno de los objetivos personales más habituales. Y no es cosa de la edad, ya que afecta a niños, jóvenes, adultos de mediana edad o personas mayores. O te cuidas o el cuerpo se deteriora y terminará fallando. No todo es el peso, está claro, pero es uno de los factores más evidentes que pueden perjudicarnos tanto en la salud como en la estética. Pongamos bajo el foco concretamente la grasa abdominal. Esos michelines antiestéticos hacen que incluso te quede peor la ropa, así que imagina sin ella. Como adelanto, que sepas que será poca la grasa abdominal que pierdas haciendo abdominales… aunque pueda ayudar, claro. Los mejores trucos rápidos y fáciles para acelerar el metabolismo y adelgazar son los siguientes seis:
1- Camina a diario
No se trata de dar un paseo y de vuelta a casa. Debes andar un mínimo de 10.000 pasos. Si un día no puedes, al siguiente lo recuperas y te marcas 12.000. Lo recomienda la OMS, pero también especialistas que viven con los pies en la tierra. Reducirás posibilidades de accidente cardiovascular en un 30%, y no solo eso, también la posibilidad de sufrir depresión, según los estudios. Además, fortalecerás tus huesos (reduce tus posibilidades de fractura de cadera hasta en un 43%) y mejora la salud de tu corazón, evitando sufrir infartos y obesidad. Journal of Physical Activity & Health ya publicó en el pasado un completísimo estudio al respecto. Es gratis y tú marcas el ritmo. Si vas ganando forma, es recomendable intentar añadir un terreno empinado, ya que cuesta arriba se pierden muchas más calorías en el mismo tiempo.
2- Come más fibra y menos azúcar
Comer un planto de macarrones o arroz está muy bien, pero no debes abusar de ello. Evita al máximo el azúcar y los carbohidratos, sobre todo en épocas de mucho calor. El azúcar aumenta los niveles de insulina, que está relacionada directamente con la obesidad. Esto también puede conducir a sufrir resistencia a esta hormona, lo que repercutirá en un almacenamiento adicional de la grasa abdominal. Añade mayor cantidad de frutas (plátano sólo cuando aumentes intensidad deportiva), verduras, legumbres, avena o pan integral. Intenta no tomar mucha leche y una semana cada trimestre prueba a hacer la dieta de la piña o una detox similar. Intenta aumentar la ingesta de fibra a cerca de 30 gramos diarios. Es lo que lleva una década recomendando ‘Annals of Internal Medicine‘.
3- Despídete del alcohol
Está claro que una copita de vino o una cerveza no hace daño a nadie. Incluso tomarte un par de cubatas en una boda no te va a trastocar la dieta lo más mínimo. El tema es que elimines el alcohol ese de una tarde sí y otra también, así como los de esas salidas nocturnas. Eso sí, no lo sustituyas por las habituales bebidas azucaradas. Sí, con esas con las que sueles mezclar el alcohol duro. Dale más al H2O.
Los alimentos probióticos ayudan a reducir los efectos adictivos del alcohol / Pexels
4- Agua con limón… mejor que sin limón
El agua con limón es muy saludable. Son muchos los beneficios y uno de ellos afecta directamente a la grasa abdominal. Te recuerda WebSalud que una de las mejores opciones pasa por tomarte un vaso por la mañana, nada más despertarte. Ayudarás a que tu hígado se desintoxique. De esta manera, también lograrás que se reduzca algo tu apetito, mejorando a su vez el metabolismo. Reducirás sedimentos de grasa y, poco a poco, irás viendo resultados.
5- Haz pesas
El ejercicio de fuerza no es exclusivo para hombres jóvenes. Deben apostar por ello también mujeres. Y, además, de cualquier edad. No se trata de quedarse una tarde entera levantando hierro y sufriendo para ver aumentar el tamaño de los músculos. Basta con que hagas 20 minutos de pesas. Tu cuerpo quema más calorías de las que crees aunque estés realizando ejercicios de brazo, hombro o espalda. Lo dejó claro ‘Harvard School of Public Health’, así que haz caso y ponte a ello.

Los abdominales con pesas son una estrategia efectiva para reducir la barriga y adelgazar de manera saludable. / SD
6- Duerme bien
Hay que evitar el estrés y una de las mejores opciones pasa por dormir las horas necesarias. Las mujeres, que lo sepas, requieren de más horas de sueño que los hombres de manera genética. Si haces ejercicio y comes bien, es más fácil lograrlo. Hay estudios que demuestran que dormir poco una noche, hace que comas más calorías al día siguiente. Concretamente, dormir menos de 5 horas implica 285 calorías adicionales respecto a los que eran capaces de conciliar el sueño por lo menos durante 7 horas. Si estás en modo de déficit calórico, piensa que esas calorías suponen aproximadamente dos pechugas de pollo con patata cocida.