Paliza contundente de Alcaraz en Cincinnati

No le gusta jugar de noche, prefiere mantener el ritmo vital más habitual de los partidos a media tarde. Pero quizás cambie de opinión en Cincinnati, y pida repetir en la sesión vespertina, ya que Carlos Alcaraz se gustó para estar en cuartos de final.

Dibujó una paliza contundente, 6-1 y 6-4 en 1h.20′. Que pudo haber sido incluso más escandalosa ya que el murciano desplegó su mejor tenis en un maravilloso primer set, en el que ganó 29 de 42 puntos, se hizo con 16 de los 18 jugados con su saque. 

Porque frenó en el reparto impío de derechas de un lado a otro, siempre potentes y profundas. Y, lógicamente, el rival, el italiano Luca Nardi, mejoró, como hacen todos los aspirantes cuando se ven perdidos y se la juegan sin complejos.

Hubo incluso un momento Nardi, que se adelantó 2-4 en el segundo set. Ayudó a que volviera el Alcaraz más determinante, que cerró el pase con un parcial de 4-0, que asentó en un décimo juego de 24 puntos en 13 minutos, que resolvió a su favor en la quinta bola de rotura, cuando el adversario claudicó con su octava doble falta.

Alcaraz nunca perdona a sus rivales más jóvenes. Pleno de once triunfos, repitiendo ante Luca Nardi, de también 22 años, generación de 2003, pero que nació unos meses más tarde. 

Alcaraz no permitió que se repitiese la historia de Doha, cuando Nardi le llevó a un tercer parcial (6-1, 4-6, 6-3). Tenía uno de sus mejores días, lo explotó ante el nº 98 del mundo, un italiano a quien se le agotó la fortuna, porque había llegado hasta ahí después de ser repescado para el cuadro grande a última hora.

Excepcional Carlos Alcaraz, que el viernes se las verá con un enemigo fiero, el ruso Andrey Rublev, 27 años y nº 11, que cumplió como se esperaba ante el argentino Francisco Comesaña: 6-2 y 6-3 en una hora y cuatro minutos. 

El pupilo de Samu López consiguió su 14ª victoria consecutiva en Masters 1000. Le sentó bien la noche de Cincinnati, que amortigua las condiciones rápidas del torneo, que se disparan de día, con más calor. Había llovido, se quedó la jornada más placentera para jugar a tenis.

Aunque quien pintó bien el panorama fue el propio Alcaraz. En estado de inspiración, letal. Ha disputado tres encuentros, ha recuperado el ritmo de élite para medirse a un rodado Andrey Rublev, con quien suele sufrir. El antecedente más reciente,  octavos de Wimbledon: 6-7 (5), 6-3, 6-4 y 6-4 para el español, que domina la serie 3-1. 

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Será el viernes, cuando Alcaraz afronte sus decimoctavos cuartos de un Masters 1000 ATP, igualando a Sergi Bruguera. Por delante tiene a Rafa Nadal (99), David Ferrer (45) y Carlos Moyà (21).



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