El conjunto histórico de Guía se trasladó en el espacio y el tiempo para que el público asistente pudiera viajar en un recorrido imaginario para presenciar la Torre Eiffel, el Museo del Louvre, el Moulin Rouge, la catedral de Notre-Dame, la colina de Montmartrey algunas de las vivencias de histórica Revolución Francesa, que transformó el viejo modelo social de clases.
El municipio celebró uno de los actos principales de las fiestas patronales, que han alcanzado un enorme arraigo por su belleza artística e imaginación. Y en el que tomó parte un centenar de componentes en su diversas facetas.
El baile de los papagüevos, que son una parte esencial de los actos durante estas semanas activaron al público, en el que tampoco faltaron las majorettes, de la mano de Alba García.
Un total de cinco carrozas tematizadas pasearon por las calles hasta desembocar en el frontis de la iglesia, entre las plazas Chica y Grande, donde se concentraba el gran público.
El diseñador y responsable de la elaboración técnica de las carrozas, Adrián Castellano, ha destacado que en esta edición se ha tratado de recuperar las técnicas tradicionales, buscando siempre perfilar hasta los más pequeños detalles.
La obertura del espectáculo diseñado por el director artístico y escénico, Carlos Jiménez, recayó en las acrobacias del grupo internacional Levi and Estrella. Y la música en vivo estuvo interpretada por una banda bajo la dirección de Arístides Sosa (director de la banda de música Ciudad de Guía), acompañada por las voces en directo de los artistas guienses Raquel Saavedra y Adrián Montesdeoca.
El espectáculo contó con la dirección artística de Carlos Jiménez, y con el diseño y dirección de vestuario de Zoraida Machín, quien dotó al evento de una cuidada estética.
Además, un elenco de bailarinas dirigidas por Yurena Molina y gimnastas del Club de Gimnasia Rítmica Palas Atenea, con Sara Moreno al frente, desplegó sus ricas coreografías inspiradas en París.
Las luces no pudieron faltar en este mágico espectáculo, teniendo en cuenta el protagonismo de París, la denominada ciudad de la luz, desde que se adelantara con la llegada de la iluminación artificial a sus calles.
Los asistentes pudieron disfrutar de un evento de gran colorido, musicalidad, diseño y arte, que sorprende a quienes asisten por primera vez.
La novedad de la noche fue la aparición del alcalde, Alfredo Gonçalves, que quiso unirse como figurante de las carrozas, algo que nunca había ocurrido con anterioridad.
Como ha explicado, «la ilusión de cualquier guiense de ser parte de la cabalgata de carrozas, en la que he participado en alguna ocasión, siendo este año muy especial e ilusionante porque son mis primeras como alcalde y responsable del área de Festejos», añadiendo que «desde siempre he vivido estas fiestas y esta noche con mucha emoción, año tras año, cerca de vecinos, amigos y familia, y lo he vuelto a hacer como tantas veces, sólo que ha resultado novedoso porque nunca un alcalde se había subido a una carroza».
Las carrozas volverán a desfilar el viernes, día grande de las fiestas, antes de que sufran los efectos de las bolas de papel de la batalla de flores.
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