De la quincena de detenidos en la operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil, finalmente pasaron diez a disposición judicial. El titular del juzgado de instrucción número 7 de Palma, que dirige la investigación, ordenó el ingreso en prisión de todos ellos, aunque para tres les otorgó la posibilidad de salir en libertad bajo fianza, uno de ellos Luka Milosevic, hermano del presunto lider de la organización, al que le impuso una caución de 10.000 euros, que presumiblemente abonará en breve.
El último en comparecer ante el juez ayer fue Faustino Nogales, inspector de la Policía Nacional y hasta hace dos años jefe del Grupo II de Estupefacientes. Los responsables de la operación consideran que el oficial habría facilitado información a Milosevic sobre las posibles investigaciones de que pudiera ser objeto. El pasado martes los agentes realizaron un registro en el domicilio del oficial y no encontraron ni dinero ni droga. Nogales tenía varias escopetas de caza con la documentación en regla y una gran colección de armas blancas, integrada por unos seiscientos cuchillos y navajas. En su registro los agentes encontraron también una quincena de pasaportes y otras tantas tarjetas de identidad de ciudadanos extranjeros, al parecer procedentes de su paso por la Unidad Contra Redes de Inmigración (UCRIF).
Al parecer Nogales conocía a Milosevic desde que le investigó y le detuvo en 2020 por tráfico de droga. Fuentes cercanas al policía apuntan a que le había captado como confidente, por lo que mantenía frecuentes contactos con él. Durante esta investigación Milosevic había descubierto una valiza de segumiento en su coche y había llamado a Nogales para preguntarle qué sabía de ello. Al parecer el policía le dijo que lo desconocía, por lo que creía que podría ser cosa de la Guardia Civil, pero luego se puso en contacto con Vigilancia Aduanera para advertirles de que Milosevic había encontrado la baliza. Tras acogerse a su derecho a no declarar, Nogales ingresó en prisión ayer.
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