La fiebre de la inteligencia artificial (IA) no solo está inflando las valoraciones de las tecnológicas. También está encendiendo los motores de un sector que muchos daban por maduro: el del gas natural.
Y es que, cuando los centros de datos para IA se multiplican, la demanda de energía estable y continua se dispara… y pocas fuentes responden mejor que este combustible fósil.
“Sin energía, la IA no funciona; y sin gas, muchas de esas infraestructuras no podrían ni arrancar”, resume Chris Markoch, analista de MarketBeat.
EL NUEVO MAPA DE LA INFRAESTRUCTURA EN EE.UU.
Williams Companies opera una de las mayores redes interestatales de gas natural de Estados Unidos, conectando regiones productoras clave con zonas de fuerte crecimiento demográfico. Ahora, los desarrolladores de centros de datos están literalmente acercándose a sus tuberías para ahorrar costes y agilizar permisos.
Este apetito inversor ya se nota en sus cifras: más gasto de capital, deuda del 1,75% sobre patrimonio -por encima de su media histórica- y un PER de 29 veces, alto para el sector. A cambio, la compañía ofrece un dividendo del 3,45%.
“Es un valor que puede no moverse mucho en el corto plazo, pero que paga por esperar”, apunta Markoch.
GAS LIMPIO COMO VENTAJA COMPETITIVA
EQT Corporation, el mayor productor de gas de Estados Unidos, ha apostado fuerte por el gas certificado de bajas emisiones. Participa en programas de certificación que garantizan un suministro “responsablemente obtenido” o “con bajas emisiones”, un argumento de peso para centros de datos con objetivos ESG.
En un momento en que el nuclear aún necesita años para desplegarse a gran escala, este gas “limpio” es la solución inmediata. El reciente retroceso en su cotización puede ser una entrada atractiva, sobre todo con previsiones de crecimiento del beneficio del 32 % en 12 meses y un PER adelantado de 15 veces, por debajo de su media y del sector. Su deuda sobre patrimonio, del 0,32, añade un plus de solidez.
GE VERNOVA: LA MAQUINARIA DETRÁS DEL BOOM
Si Williams y EQT son transporte y suministro, GE Vernova pone la fuerza bruta: turbinas de gas para generación in ‘situ’. En regiones donde los centros de datos pueden tensar la red eléctrica, estas máquinas ofrecen independencia y fiabilidad.
GE Vernova también lidera la modernización de redes, con transformadores, interruptores y software inteligente que ayudan a gestionar picos de demanda. No es de extrañar que sus acciones acumulen una subida del 96% en 2025 y que los analistas eleven sus precios objetivo, pese a un PER adelantado de 100 veces y unas previsiones de crecimiento de beneficios del 67,8%.
“No es solo vender equipos; es construir la infraestructura que alimentará a la IA durante décadas”, afirma Markoch.
OPORTUNIDAD A LARGO PLAZO
El auge de los centros de datos para IA no es una moda efímera. Los gigantes tecnológicos están invirtiendo miles de millones en instalaciones que deben funcionar 24/7, lo que asegura una demanda sostenida de energía firme y escalable. El gas natural, lejos de estar en retirada, se convierte así en un aliado estratégico de la revolución tecnológica.
Para el inversor, la clave está en diferenciar entre empresas con ventajas competitivas claras -infraestructura estratégica, suministro certificado o tecnología crítica- y aquellas que simplemente siguen la corriente.
En palabras de Markoch: “Este es un juego de paciencia. El crecimiento no será lineal, pero el vínculo entre IA y gas natural está solo en sus primeros capítulos”.