España queda en mal lugar respecto a Europa con los datos de coches eléctricos

España se encuentra en un momento decisivo en su transición hacia la movilidad eléctrica, pero los últimos datos disponibles confirman que aún queda mucho camino por recorrer. Según el EV Charging Index 2025, elaborado por la consultora internacional Roland Berger, el país sigue rezagado respecto a sus homólogos europeos tanto en penetración del vehículo eléctrico como en el desarrollo de infraestructura de carga.

Este índice, que evalúa el progreso de 33 países en cuanto a la adopción de vehículos eléctricos y la calidad de su red de recarga, sitúa a España fuera de los grupos líderes, a pesar de algunos avances puntuales. El informe también señala que, si bien la actitud del consumidor español es positiva, la infraestructura disponible no acompaña el ritmo de esta demanda emergente.

Un mercado estancado frente a un continente que avanza

Durante 2024, España mantuvo una penetración de ventas de vehículos eléctricos prácticamente estable, sin mejoras significativas respecto al año anterior. Mientras tanto, el contexto europeo registró cifras récord: más de 2,7 millones de nuevos eléctricos vendidos. Países como Reino Unido o Portugal mostraron una aceleración mucho mayor en sus respectivos mercados.

En términos de parque móvil, se estima que en España uno de cada veinte vehículos en circulación ya es eléctrico, una proporción aún baja frente a mercados como Noruega, Países Bajos o Alemania. Este bajo ritmo de electrificación está directamente relacionado con los obstáculos estructurales para la carga, especialmente en entornos urbanos.

Alta dependencia de la carga pública

Una de las conclusiones más llamativas del informe es la elevada dependencia española de la carga en espacios públicos, que representa más del 30% de las recargas realizadas por los conductores. Esta cifra supera claramente la de países con ecosistemas eléctricos más maduros, como Noruega o Canadá, donde esta modalidad apenas supera el 20%.


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Redacción

Esta dependencia responde, en gran medida, a dos factores clave:

  • Dificultades para instalar puntos de carga en viviendas colectivas, donde reside una parte significativa de la población urbana.
  • Costes elevados asociados a la infraestructura de carga privada, especialmente en comunidades de propietarios.

Insatisfacción con la experiencia de carga

Pese a los avances en cobertura de puntos de carga, la experiencia del usuario sigue siendo uno de los principales escollos. Menos del 50% de los usuarios españoles considera que la carga pública se ha vuelto más conveniente, una percepción muy por debajo de países como el Reino Unido (84%) o China (79%).

Las frustraciones más comunes entre los conductores españoles de eléctricos incluyen:

  • Tiempos de carga excesivos.
  • Infraestructura insuficiente en algunas regiones.
  • Precios de los vehículos aún elevados.
  • Falta de servicios básicos en estaciones de carga.

Además, un 44% de los usuarios considera que los precios de carga pública son más altos de lo esperado, situando a España entre los países con mayor nivel de insatisfacción junto al Reino Unido, Italia y Australia.

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A pesar de los obstáculos, el informe destaca una actitud positiva entre los usuarios de eléctricos en España: el 80% de los propietarios de BEV afirman estar comprometidos con esta forma de movilidad y muestran un alto grado de satisfacción, una cifra por encima del promedio europeo, situado en el 62%.

Este dato sugiere que la demanda existe y está preparada, pero necesita que la infraestructura y las políticas públicas acompañen para consolidar el cambio.



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