Carmen Martínez-Bordiú, la nietísima de Franco que pudo ser reina de España y triunfó en las revistas del corazón

Durante años, Carmen Martínez-Bordiú se sintió una mujer atrapada en una jaula de oro. El hecho de ser la nieta mayor del mismísimo Francisco Franco le daba muchos privilegios, qué duda cabe. Para algo hablamos de un dictador que tuvo todo el poder en nuestro país durante cuatro décadas. Pero pertenecer a una saga como esa también la asfixiaba, por eso de la hipocresía conservadora y lo fácil que resultaba decepcionar expectativas. Conocida durante años como Carmencita, la mayor de los siete hijos que tuvieron Carmen Franco y Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde, fue una niña bastante mimada, que se erigió en la preferida de su abuela Carmen Polo y apenas estuvo con sus padres, siempre de viaje o en actos sociales. “Mis hijos dicen que no estuve a su lado lo suficiente”, contaría Carmen Franco. “Seguramente no fui la madre que ellos esperaban. Reconozco que no he sido cariñosa, no tengo ni idea de cómo serlo. No me enseñaron. Descargué toda la responsabilidad en Nani, que ha sido la madre y el padre de mis hijos”.

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