Joan Querol fue uno de los grandes protagonistas del pasado Campeonato de Europa de Atletismo sub’20 celebrado en Tampere, Finlandia, donde se coronaba campeón de continental en la prueba de 10 kms marcha. Querol cruzaba la meta en 39 minutos, 10 segundos y 4 centésimas, estableciendo un nuevo récord de España sub-20, nuevo récord de los campeonatos y el quinto mejor tiempo absoluto de la historia. Feliz, el lunes a última hora, aterrizaba en Manises donde le esperaba su ‘club de fans’, su familia, con sus abuelos, Manuel, Lola, León y Mari Luz al frente y seguro que también Carmen desde el cielo. El joven atleta de València aún está asimilando todo lo vivido en Tampere: «No me ha dado mucho tiempo a pensar en todo. Poco a poco me voy dando cuenta de la brutalidad que ha sido. Además de ganar el oro, rebajé en más de 1 minuto la marca que había hecho en mayo en la Copa de Europa de Naciones«, explicaba Joan que en el vuelo de regreso a casa confiesa que se recreó «viendo la carrera».
Joan Querol junto a su padre y entrenador, Juanjo / SD
Iba a por medalla
El atleta del Diputación Valencia Club de Atletismo cumplía en Finlandia su meta: «Yo sabía que podía estar en el podio, tanto yo como mis compañeros Daniel Monfort– también valenciano y que se llevó la medalla de bronce- y Miguel Espinosa (cuarto). Todos llegábamos con un muy buen trabajo hecho y con calidad para estar en el podio. Entre nosotros y la selección italiana iba a repartirse las medallas. Los tres lo hicimos muy bien, Daniel también rebajó el récord de España anterior, logró el bronce y Miguel rozó las medallas».
La carrera de Querol hacia el oro fue especialmente emocionante ya que en el kilómetro 4 ya llevaba 2 tarjetas rojas lo que le dejaba sin margen de error para afrontar los 6 kilómetros que restaban: «Me di cuenta de que en las curvas me acercaba mucho a los de delante y les tocaba las zapatillas, eso motivó que me dieran los avisos. Sabía que con menos gente delante iba a ir técnicamente mejor. Así que decidí tirar. En la última vuelta iba todo el rato mirando el panel, rezando para que no me pusiesen ninguna tarjeta más. Sin nadie delante, podía mantener bien la técnica y eso hice. Las últimas 5 vueltas fueron muy intensas, el italiano Giuseppe Disabato y yo nos intercambiamos la primera posición varias veces». Joan sintió en la pista todo el apoyo de los suyos: «veía al equipo en las gradas, animándome, a mi madre, mi padre, sabía que en casa también estaba mi hermano y fue muy bonito».

Joan, en Tampere / SD
Un intenso entrenamiento
Para alcanzar oro en el Europeo Joan ha invertido muchas horas de trabajo: «tres horas al día y 6 días a la semana. Cada día hago 10 ó12 kilómetros, también hacemos un calentamiento largo, mucha sesión de fuerza…», explica Joan Querol que cuenta con su padre, Juanjo Querol como entrenador. «He sido también atleta, mi especialidad eran los obstáculos y ahora soy entrenador nacional en el club Diputación Valencia», explica Juanjo que ha tenido que especializarse en la disciplina de la marcha para dirigir a su hijo: «los entrenadores estudiamos todas las modalidades pero ya cuando entrenas a deportistas de alto nivel es necesario formarse mucho, he estudiado mucho sobre marcha, visto muchos vídeos, he leído mucho sobre metodología, técnica…».
Nació prematuro
Joan Querol tiene detrás una gran historia de superación personal ya que junto a su hermano mellizo, Joel nació prematuro, con tan sólo 30 semanas de gestación, como explica su padre, Juanjo: «De pequeño Joan quería jugar al fútbol, así que lo apunté a una escuela cerca de casa. Por el hecho de ser prematuro, a nivel psicomotriz tenía bastantes carencias, me dijeron que no iba a poder jugar al fútbol, que no tenía coordinación… así que decidí llevarlo a un sitio más lúdico, donde pudiese hacer deporte y divertirse sin exigencia. Así cambiamos al atletismo, también, como extraescolar hizo judo que le dio riqueza motriz. Con 7 ú 8 años empezó en la escuela del Valencia CA, y ahí sigue, lleva desde categoría benjamín y ha pasado por todas las disciplinas antes de especializarse en marcha».

Joan, junto al resto de la expedición española a su llegada a Madrid / RFEA
Tiene síndrome de Asperger
Joan eligió la marcha: «no me gustaban las carreras cortas, corriendo no me sentía del todo cómodo. Así que descubrí la marcha, vi que me gustaba. No era el más rápido pero fluía». Años más tarde le detectaron que tiene el síndrome de Asperger, un trastorno del neurodesarrollo del espectro autista. Lejos de ser una barrera, Joan ha tratado aprovechar sus cualidades para ser mejor atleta. El hecho de tener Asperger hace que sea muy metódico, algo que vio que podía aplicar a la marcha: «eso me gustó de esta modalidad, que hay que ser muy estricto con la técnica, siempre hay que estar concentrado en tener un pie en contacto con el suelo. Tengo síndrome de Asperger, creo que no hay que ocultarse, soy campeón de Europa y está bien darle visibilidad a esta condición. Estoy aquí por haber sido campeón, en el deporte me ayuda a nivel de ser estricto, de tener una rutina, es un rasgo bastante dominante entre los que tenemos Asperger. Hacer deporte me ayuda, me obliga a llevar una rutina, a tener organizado el día, las horas de descanso, el sueño, las comidas. Hacer deporte a cualquier nivel es muy positivo para las personas con Asperger. Nos ayuda a tener una rutina». Su condición de Asperger también hace que en competición «pueda mantener el foco en la concentración durante mucho tiempo y con mucha intensidad. Objetivamente ser Asperger es una desventaja, pero si lo enfocas bien, también puede ser una ventaja», afirma Joan que tiene altas capacidades y está especialmente dotado para los idiomas. «Ahora quiero empezar a estudiar fisioterapia».
El atleta valenciano, a quien el trastorno del Asperger le hace ser neurodivergente y limita sus habilidades sociales, tuvo que superar también acoso escolar: «en Primaria sufrí acoso por parte de compañeros de clase, pero la verdad es que el colegio actuó en seguida y se portaron muy bien», afirma Joan. Su padre lo corrobora: «el colegio lo cortó de raíz, actuaron muy bien, estamos muy agradecidos».
Ya piensa en su próxima etapa como sub’23
Tras conquistar el oro en Tampere Joan se tomará un descanso aunque ya piensa en su próxima etapa en categoría sub’23: «Ahí cambia la distancia, pasaré de 10 kms a 21 kms. Habrá que hacer más trabajo de volumen y fueza». A largo plazo, aunque sabe que aún es joven y tiene mucho tiempo por delante, su sueño es representar a España en unos Juegos Olímpicos: «Es el sueño de cualquier atleta. Para llegar unos Juegos hay que ser muy constante e ir paso a paso. Para Los Ángeles está muy difícil pero no me cierro a nda, si consigo colarme entre los 3 que irán, genial y si no es en 1928, en 32… soy joven» destaca el atleta que tiene en Jesús García-Bragado a su ídolo: «es mi referente. Él estuvo en 8 Juegos». La próxima temporada Joan no tendrá ya la compañía de su hermano Joel en los entrenamientos: «también hacía atletismo hasta ahora pero por problemas de lesiones ha decidido dejarlo. Para mí siempre ha sido un gran apoyo, lo echaré mucho de menos en el día a día pero siempre le apoyaré en todo como él a mí».
Sobre el descomunal éxito del atletismo valenciano en el Europeo sub’20 en el que los atletas valencianos sumaron 7 de las 14 medallas de España, Querol se mostró muy orgulloso: «Los valencianos éramos los más numerosos por detrás de Cataluña. Haber sido tanto Rafa Mahiques (jabalina) como yo, los primeros oros europeos en sub’20 del atletismo valenciano es un orgullo. Viví con mucha intensidad la final de Rafa Mahiques, con el que compartí club hasta el año pasado y me alegré mucho. Toda la delegación valenciana lo hizo muy bien». Para Querol el éxito es el trabajo de apoyo que hay detrás: «en la Comunitat Valenciana se está trabajando bien, está el Proyecto FER, hay becas académicas deportivas por parte de la Generalitat, las universidades también dan facilidades para compaginar deporte y estudios».