La noticia llamaba la atención: la localidad pirenaica de Torla-Ordesa, en el corazón de la comarca de Sobrarbe, se colaba entre las temparturas máximas más altas del país, con un registro de 43ºC, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología. El dato llamó la atención tanto de los vecinos de Torla, como de los visitantes y turistas que tenían previsto trasladarse a la localidad pirenaica este mes de agosto para escapar del calor que asola a toda la península. Pero lo cierto, según explican los vecinos, es que en el pueblo no llegaron a sentirse esos 43 grados de temperatura.
«Estamos teniendo calor, como en toda España, pero ese registro nos sorprendió mucho, porque no coincide con los registros de los termómetros que tenemos en el pueblo», explica Ana Perales, del hotel Bujaruelo, uno de los que recibe turistas en estos días previos al puente de agosto. «El lunes fue un día de mucho calor, mucho más que lo habitual para Torla, pero no llegamos a 43 grados», dice, tajante. «Tenemos un termómetro en la calle que llegó a marcar, eso sí, 35ºC», explica. «Pero se puso una nube por la tarde, cayeron tres gotas, y por la noche estábamos con chaqueta, por debajo de 20 grados», relata.
Los vecinos de Torla se explican esta diferencia térmica por la posición de los termómetros. «El receptor de la Aemet se encuentra a pleno sol, en una zona alta, y esa temperatura no se corresponde con la que tuvimos en las calles del pueblo», señalan.
La noticia motivó, incluso, que algunos turistas se preguntaran si merecía la pena acercarse al Pirineo a refrescarse, o si la temperatura iba a ser tan alta como en el resto de localidades. «Nos llamaron a preguntar si hacía tanto calor y explicamos lo mismo: que hace calor, pero por las noches la mayoría de la gente va con chaqueta», añade. «La noticia nos dio publicidad, pero no es real que estuviéramos a 43 grados», insiste Perales.
Asimismo, reconoce que «llegar a 35 grados ya es una barbaridad para Torla». La buena noticia es que, cuando caen unas gotas, «refresca enseguida» y que las noches se mantienen más frescas que en el resto de territorios afectados por la ola de calor.