Las esperadas obras de acondicionamiento de la carretera CV-611 de Benigànim avanzan hacia su inminente ejecución tras adjudicar la Diputació de València la actuación a la empresa Torrescamara y Cía. De Obras SA por 2.734.150 euros y un plazo de ejecución de un año. La carretera presenta numerosas deficiencias y problemas de seguridad vial para el elevado tráfico de vehículos que circulan por la vía, que conecta varias localidades de la Vall d’Albaida. Las obras previstas se llevarán a cabo en la CV-611 en el tramo de la CV-610 a Benigànim (CV-612), una carretera que es la conexión viaria entre esta localidad, la Pobla del Duc y las carreteras CV-610, CV-60 y CV-612 de Bellús a Benigànim.
La actuación es una larga reivindicación de estas poblaciones, principal vía de conexión entre ellas, que consiguieron que en 2021 se aprobara el proyecto. Un proyecto que ha tenido que sortear varios contratiempos desde entonces. Primero tuvo que modificarse para incorporar las obras ejecutadas por la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad en la carretera CV-610, en la intersección con la CV-611, unos trabajos que acabaron en 2023 y que supusieron la construcción de una rotonda en el acceso sur de Benigànim, otra glorieta en la entrada este a Quatretonda y la mejora de la travesía de Llutxent con la CV-610. Además, el proyecto tuvo que revisarse para actualizar los precios previstos inicialmente, tras encarecerse las materias primas. Ello motivó el incremento del 30% de presupuesto previsto, pasando de los 2.176.548 euros iniciales a los 2.848.667 con los que se licitó en diciembre del año pasado. Finalmente, se ha adjudicado por 100.000 euros menos.
Las obras solucionarán los problemas de funcionalidad y seguridad vial que presenta la carretera. Una vía que actualmente dispone de un ancho de 6,50 metros sin arcenes. Además, presenta varias intersecciones en “T”, que no tienen canalizados los giros a izquierdas en la vía principal, según detalla la memoria del proyecto, que también pone de manifiesto que la conexión con la CV-610 “es muy oblicua y presenta condiciones deficientes de visibilidad”, apuntaba el documento.
La obra contempla la ejecución de una carretera convencional, con calzada única de dos carriles, con arcenes de 1 metro de ancho, bermas de 0,75 metros de ancho y bombeo hacia el exterior. Los trabajos permitirán también suavizar el trazado, suprimiendo en lo posible las curvas existentes o ampliando sus radios para mejorar la traza actual, detalla el proyecto. También se han diseñado cunetas en los tramos donde la carretera va en desmonte o a media ladera, y no es posible la evacuación natural del agua, para mejorar el drenaje de la vía. Todo ello contribuirá a mejorar la funcionalidad de la vía y la seguridad vial para los vehículos y conductores que transiten por la carretera.
A la licitación se presentaron seis empresas, que ofertaron ejecutar las obras con presupuestos que oscilaban entre los 2.734.150 y los 2.845.818 euros, no excluyendo ninguna de las ofertas por ser anormalmente bajas. Finalmente, Torrescamara y Cia. De Obras SA se lleva el contrato por presentar la mejor oferta económica.
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