Es insólito, constatado lo que ocasiona el consumo de tabaco, incluidos cánceres que matan, infartos, que también apiolan, extensa panoplia de atentados contra la salud, que nos topemos con una doctora en Medicina, que ejerce de consejera de Sanidad en el Gobierno balear, que se descuelga con que no es partidaria de prohibir fumar en los espacios abiertos de la hostelería. Insólito, además de estúpido; todo por llevarle la contraria a la ministra de Sanidad, Mónica García. Manuela García Romero, que así se llama la prócer del Ejecutivo de Marga Prohens, afirma, arrumbando su condición de médico, que no hay que prohibir, sino convencer. Señora García Romero: ¿ha tenido a bien cavilar que cuando alguien fuma en la terraza de un bar, poco o mucho, perjudica al paisano sentado en la mesa adyacente? Convenza al fumador, pertrechada de su impostada conciliación, de que es mejor dejar de fumar; hasta lograrlo, seguirá expandiendo humo y sustancias nocivas a los prójimos cercanos. Cuesta aceptar que una consejera de Sanidad, doctora en Medicina, alcance tal nivel de estulticia, o mejor, de populismo, atendiendo a que lo primordial, dado que la prohibición es iniciativa del Gobierno corrupto-comunista-bolivariano-separatista presidido por el muy odiado y vilipendiado Pedro Sánchez; lo obligado es oponerse a toda iniciativa que surja de sus entrañas, todavía más si es la ministra de Más País, la citada Mónica García, a la que le caen casi tantos chuzos de punta como al presidente, la que hace la sensata propuesta de endurecer las normas contra el tabaco. ¿O es que para la señora García Romero lo de salvar vidas puede orillarse, que de lo que se trata es de obtener votos a cualquier costo? Naturalmente, su manga ancha ha concitado la adhesión de los responsables del sector de la restauración, aquejados, desde tiempos inmemoriales, de aguda miopía para variadas cuestiones, incapaces de ver más allá del inmediato beneficio.
Ha sido un colega de García Romero, el doctor José Reyes Moreno, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en las islas, quien, en artículo publicado ayer en Diario de Mallorca, le recuerde a la consejera que «prevenir el cáncer pasa por ponerle freno al tabaco». Precisa el doctor Reyes que la Asociación que preside muestra «profunda preocupación» ante la posición adoptada por la consejería de Salud, resaltando que prohibir fumar en las terrazas es «oportunidad decisiva para proteger la salud de la ciudadanía». También recuerda que el tabaco es el producto que más cánceres origina, añadiendo que mata a la mitad de quienes lo consumen. ¿No son suficientes argumentos para la doctora Manuela García Moreno? ¿Se ha olvidado de la ética que establece el Juramento Hipocrático? ¿O es que, reitero y malicio, la vena populista que adorna al Gobierno de la señora Prohens es consideración de mayor enjundia que la de velar por la salud de la ciudadanía?
Acotación descriptiva.- Hasta los 24 años, la suma de PP y PSOE en intención de voto cotiza por debajo de Vox. Lo llamativo: el PP, su seguidismo de la extrema derecha, solo reporta más caudal de votos a Vox. Lo de los velos de las mujeres musulmanas, rezos islámicos en recintos municipales, llega al Parlamento balear a caballo de la extrema derecha; el PP dice que se pronunciará en el momento procesal oportuno: ya se ha manifestado a favor de Vox, retorciendo el lenguaje para no decir ni sí ni no sino todo lo contrario. ¿No están al cabo de la calle de que engordan las arcas electorales del partido de Santiago Abascal?, al igual que el PSOE, liado en erráticas políticas contemporizadoras con el fanatismo religioso musulmán, suicida buenismo, olvidándose de apuntalar el laicismo, por si no nos bastara el católico integrismo de la Conferencia Episcopal, que pena por sus indecentes privilegios, y a la que Abascal ha tomado la medida. Aviados vamos.
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