El derecho a darse un baño en el mar

Angelina Ortega Reyes toma el sol en una silla anfibia, a la vez que se refresca con el agua de un cubo que tiene entre sus piernas. Sabe que cada media hora los socorristas vienen a por ella y la meten en el mar, «y para mí ese momento es maravilloso porque me permite disfrutar del baño como todo el mundo», asegura encantada la mujer.

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