La delegada del Gobierno en Murcia, Mariola Guevara, ha subrayado este lunes que desde el Ejecutivo «combatirán política y jurídicamente cualquier paso hacia el autoritarismo» al referirse a la impugnación del acuerdo del pleno de Jumilla que impedía celebrar ritos religiosos en el polideportivo municipal. Guevara ha asegurado a través de sus redes sociales que el Gobierno «defiende la libertad religiosa en Jumilla» y que la decisión del Ayuntamiento es «arbitraria y vulnera un derecho fundamental reconocido en nuestra Constitución: la libertad religiosa».
«Hemos impugnado el acuerdo de PP y Vox que prohíbe la Fiesta del Cordero, una tradición que la comunidad musulmana venía celebrando desde hace años en instalaciones municipales», añade la delegada del Gobierno en la Región de Murcia, quien defiende que los argumentos esgrimidos por el equipo de Gobierno municipal «no se sostienen» porque la normativa permite el uso del polideportivo para actividades socioculturales. En este sentido, sostiene que la verdadera motivación de la iniciativa «queda clara en las declaraciones de Vox, que se jacta de impedir festividades musulmanas».
Por último, ha recordado que el Gobierno interviene siempre que se vulneran derechos y libertades. «Lo hicimos frente al chantaje a mujeres que querían abortar en Castilla y León, frente a la censura en las aulas de nuestra región, y lo hacemos ahora en defensa de la convivencia y los valores democráticos», ha concluido.
Desde el Ayuntamiento de Jumilla ha eludido pronunciarse este lunes sobre la impugnación. «No va a haber declaración por parte del ayuntamiento», han señalado fuentes municipales después de conocerse la presentación por parte de la delegada del Gobierno en Murcia, Mariola Guevara, de este requerimiento, coordinado con los Ministerios de Justicia y Política Territorial, para dejar sin efecto la iniciativa que salió adelante en el último pleno de julio con los votos favorables del PP y la abstención de Vox. Desde el Partido Popular de la Región de Murcia tampoco han querido pronunciarse hasta el momento sobre este asunto.
Quien sí ha reaccionado ha sido el coordinador de la Comisión Islámica de la Región de Murcia, Walid Habbal, que ha calificado la impugnación como una «buena noticia». Para este representante de los musulmanes en la Región de Murcia, de haberse aplicado el cambio en la ordenanza reguladora, «se hubiera dado un paso atrás importantísimo; se habría retrocedido al menos 40 años».
Imagen de archivo de la alcaldesa de Jumilla, Seve González (c). / Marcial Guillen/EFE
Además, ha señalado que la medida aprobada en el pleno de julio por el PP, como enmienda a una iniciativa de Vox, que excluía del uso de las instalaciones deportivas a cualquier actividad cultural, social y religiosa, suponía en realidad un «ataque directo contra los derechos humanos». Por otra parte, Walid Habbal ha recordado que la comunidad islámica estaba trabajando en una acción similar ante el ayuntamiento.
Por último, ha advertido que el Ayuntamiento de Zaragoza iba a debatir una iniciativa similar a la aprobada en Jumilla, por lo que confía en que el requerimiento del Gobierno disuada al resto de corporaciones a debatir iniciativas de este tipo.
Por su parte, el presidente de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, ha asegurado que el requerimiento presentado es una estrategia de un «gobierno mafioso, que trata de tapar sus escándalos con una polémica que no es tal». Antelo ha atribuido la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez a un intento de crear una «polémica que no existe, que es sentido común», y ha insistido en su defensa de la «cultura española, que es la cultura de la cristiandad».
A la pregunta de si la impugnación del acuerdo de Jumilla va a disuadir a su partido de presentar iniciativas similares en otros ayuntamientos, el líder regional de Vox ha subrayado: «Desde el día 1 no hay ninguna novedad en Vox respecto al planteamiento que mantenemos sobre los espacios públicos y la defensa de la cultura española», por lo que es de prever que mantendrán su estrategia de llevar estas mociones al resto de corporaciones y parlamentos.
«Aquí no es como en el PP, cuyos mensajes sobre migración duran menos que una chocolatina en la puerta de un colegio en función de cómo le vayan las encuestas», dejó caer.