El pasado viernes, en una ceremonia en la Casa Blanca, Armenia y Azerbaiyán pusieron fin a más de tres décadas de guerra por el Alto Karabaj. «Lo hemos conseguido», proclamó un exultante Donald Trump frente a los líderes de las dos repúblicas del Cáucaso. Su efusividad no era para menos, pues EEUU será el encargado de gestionar el desarrollo y la construcción del corredor de Zangezur que unirá, a través del sur de Armenia, Azerbaiyán con el enclave azerbaiyano de Najicheván, encerrado entre las fronteras de Irán, Armenia y Turquía. Según el acuerdo, el corredor llevará el nombre de Ruta Trump para la Paz y la Prosperidad Internacionales (TRIPP, en sus siglas en inglés).
El proyecto, que permitirá a EEUU ganar influencia en una región estratégica y muy rica en hidrocarburos, ha soliviantado a uno de los países de la región y gran enemigo de Washington, Irán, que ha avisado que la ruta propuesta se convertirá en un «cementerio» para los «mercenarios« del presidente estadounidense. Teherán se ha opuesto siempre a la apertura de la ruta, incluso cuando estaba impulsada por Rusia y ahora no es diferente cuando, además, supone la potencial presencia estadounidense muy cerca de sus fronteras.
43 kilómetros
«Irán no lo permitirá», dijo a la agencia Tasnim en referencia al corredor de 43 kilómetros Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán, Ali Jameneí. El político calificó el corredor como «un complot político contra Irán y otros países vecinos» y vaticinó su fracaso. «Un corredor así se convertiría en un cementerio de los mercenarios de Donald Trump y no en una ruta propiedad del presidente estadounidense», dijo Velayati.
Teherán ya se opuso en el pasado a la reapertura del corredor y en septiembre convocó al embajador de Rusia en suelo iraní después de que Moscú apoyase la apertura de la ruta, a pesar de que es uno de sus principales aliados.
La apertura del corredor es una de las claves del acuerdo y la Casa Blanca ha afirmado que el corredor de transporte «permitiría una conectividad sin obstáculos entre ambos países, respetando la soberanía, la integridad territorial y el pueblo de Armenia».