Muchos recordarán un momento que sucedió en los Paralímpicos de París del año pasado: la atleta barcelonesa con discapacidad visual Eva Congost, a 10 metros de la meta y con tres minutos de ventaja sobre la siguiente corredora, la japonesa Misato Michishita, quedó descalificada y perdió la medalla de bronce por soltar unos segundos la cuerda para socorrer a su guía, a quien le fallaron las piernas.
«El año pasado me había proclamado campeón de España en los 50 km y los 100 km y también hice el maratón de Sevilla con Eva para que pudiera entrar en los Juegos Paralímpicos», recuerda Mia Carol Bruguera (Vic, 1967), protagonista involuntario de aquella historia por culpa de unos fatídicos calambres en el último momento. «Lo llevamos a juicio para reclamar la medalla y eso puede durar años, quizá se seguirá hablando en los próximos Paralímpicos. La gente me sigue preguntado por el tema en mis salones», cuenta a este diario el deportista conocido no solo por su ‘look’ característico -rapado pero con una perilla mayúscula y larga-, sino por ser el CEO de los salones Carol Bruguera, la cadena de peluquerías -16 en total a día de hoy- que recorren la Cataluña central siguiendo la línea del Eix Transversal. «Además de Vic, Ripoll, Granollers, La Garriga, Berga, Olot, Igualda o Manresa, también en Barcelona, en la calle Nàpols, que es nuestro centro más pequeño», enumera.
Reconocimiento internacional
«Mamé el oficio desde hace tropecientos años. Mi madre, Dolors, abrió la peluquería en 1962 y 10 años después se incorporó al equipo mi padre, Jacint. Yo salía del colegio y servía cafés a las clientas», cuenta el atlético peluquero reconocido con los más prestigiosos galardones internacionales del sector. «Nos conocen más fuera que en Cataluña y España. He recogido varios premios en el Royal Albert Hall de Londres, y también en Nueva York», asegura el estilista, que también hace colaboraciones con la pasarela, la tele y el cine. «Ahora estamos peinando y haciendo el color a varias chicas del corto que está rodando en Vic David Castillo, ‘Algun dia tots serem jo’, se titula», observa.
Carol disfruta con estos trabajos, porque hoy en día «el 60%» de su tiempo lo ocupa «la burocracia de oficina», que si nóminas, formación, márketing, redes sociales…
Él se formó en el salón familiar, pero pronto amplió horizontes con sus viajes a Londres. «Quizá habré estado allí 40 veces. Entonces había una mezcla cultural y diversidad que no existía en otros sitios. También viajaba a París… Pero hoy en día, con la globalización, puedes ver de todo incluso en Vic. Sin embargo, ahora me atrae mucho la peluquería asiática, con sus cortes y colores, y la de los países del este, por sus recogidos increíbles», detalla.
Mia Carol Bruguera, colocando los vestidos hechos de cabello de su colección ‘Dresshair’. / CAROL BRUGUERA
«Asignatura pendiente»
Siempre «buscando llevar la peluquería un paso más adelante en creatividad, innovación y técnicas futuristas», hace unos meses comenzó a pensar «cómo presentar una nueva colección que no fueran las típicas cuatro fotos con cortes de primavera o de otoño», dice. «La peluquería es un arte igual de efímero que el de los cocineros, pero sin el mismo reconocimiento. Dura lo que aguanta el peinado. Y en cada persona el peinado queda de una forma distinta. Por eso tenemos la necesidad de plasmarlo, y nosotros, desde hace años, lo hacemos con vídeos cortos, porque el pelo tiene movimiento», relata.
El peluquero se queja de que, «aunque fuera de España el sector está muy bien valorado, los precios y los sueldos aquí son muy bajos. Es nuestra asignatura pendiente», lamenta.
Y, ¿por qué siempre tiene que ser el pelo sobre la cabeza? Así fue como imaginó una colección en la que el cabello cubriera el cuerpo y las modelos no tuvieran ni uno en la cabeza. ‘Dresshair’, alta costura capilar. «Un divertimento en el cual trabajamos, al concluir nuestra jornada, ocho personas del equipo durante medio año», cuenta Carol sobre su vanguardista propuesta, nominada este año a los AIPP Awards, uno de los más prestigiosos premios a la excelencia peluquera.
📌 Estos son los seis increíbles vestidos de «cabello y laca»:
Es el que tiene un porcentaje de material no capilar más alto para soportar los movimientos de una bailarina clásica sin romperse. El cabello se ha trabajado en dos formatos: unas pequeñas plumas y unas grandes bases planas lacadas para hacer el tutú y cubrir el resto.
El porcentaje de hilo y cinta no supera el 2%. Se ha creado a base de planchas lacadas, formando telas con mucha transparencia y dejando espacios vacíos que forman topos.
En esta pieza, mechas de pelo de tres tonalidades muy diferentes se entrelazan entre sí en formas anchas y redondeadas. Un 1% de material no capilar ha sido suficiente para esta creación.
Para esta pieza se ha utilizado un 5% de hilo para coser las tiras de pelo en una trenza principal que forma el escote y la espalda. Inspirado en el estilo cabaret de los años 20, amplifica los movimientos del baile. Se complementa con un pequeño bolso creado íntegramente con cabello, excepto por la hebilla.
Las técnicas utilizadas para esta prenda no son las clásicas de la peluquería, sino de tejido de telar. Se han trabajado en dos formatos, redondo y plano, con solo un 1% de hilo. También se han creado una manga y bufandas que pueden utilizarse o no, a placer.
Inspirado en las técnicas de las exitosas colecciones ‘Trenesis’ de la marca, se han combinado trenzas y cordones de diferentes formas y tipos, consiguiendo un movimiento vibrante, típico de las danzas étnicas. También se ha creado una máscara para acabar de incentivar esta idea.
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