La negativa de Zelenski a ceder territorio en Ucrania aboca el encuentro entre Trump y Putin en Alaska al fracaso

Poco ha durado la esperanza de una salida negociada para la Guerra de Ucrania. Apenas unas horas después de que Donald Trump y Vladimir Putin anunciaran que se iban a reunir en Alaska para encontrar una solución al conflicto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha asegurado que la reunión «nace muerta» sin la presencia de Kiev, que rechaza cualquier posible cesión de territorio a Rusia.

La ‘cumbre’ Putin-Trump, la gran apuesta del presidente de EEUU para acabar con una contienda a la que prometió poner fin 24 horas después de volver a la Casa Blanca, parte de una premisa: el «intercambio de territorios que beneficie a ambos» como requisito para una tregua. 

Esa idea agradaba al inquilino de la Casa Blanca, pero implica una sentencia de obligatorio cumplimiento para las posibles decisiones que tomen Moscú y Washington. Todas ellas sin contar con Kiev tras más de tres años de una guerra que ha desangrado a Ucrania.

Casi 200 días desde la investidura de Trump, el anuncio de una reunión con Putin, la primera que el líder ruso mantendrá con un gobernante estadounidense desde 2021, parece condenada al fracaso.

«Necesitamos una paz real y genuina. Una paz que la gente respete», ha dicho Zelenski sobre la cumbre. Por eso, de acuerdo al presidente, el acuerdo hipotético que ponga fin al conflicto no puede salir de los parámetros de la constitución ucraniana.

Es, precisamente, la carta magna, la que impide dividir el territorio nacional, uno de los argumentos fundamentales que el presidente ucraniano ha utilizado como base para rechazar la cesión de territorios.

Para Trump, aceptar que Ucrania ceda territorios a Rusia no supone ningún problema, aunque con esta decisión socave todavía más el orden internacional imperante tras la Segunda Guerra Mundial.

De hecho, el famoso ‘plan’ que el mandatario estadounidense tenía en mente para acabar con el conflicto en 24 horas, ya pasaba por aceptar estas condiciones, según desveló The Washington Post en 2024.

Zelenski ya ha anticipado, no solo que las discusiones que no involucren a Ucrania no tendrán valor para Kiev, sino que, «nadie podrá hacer» una división o cesión de tierras ucranianas, puesto que «los ucranianos no regalarán su territorio al ocupante«.

Para solventar la posición de Ucrania, Trump ha explicado durante este viernes que «habrá intercambios de territorios para beneficio de ambos», algo que espera que pueda ser aceptado por las fuerzas ucranianas y rusas como una de las bases para tejer el futuro acuerdo que ponga fin a la guerra.

Zelenski busca apoyos

Zelenski también ha movido ficha ante las maniobras de Putin y Trump. Así, el presidente ucraniano ha afirmado haber hablado con el ‘premier’ británico, Keir Starmer, sobre «el peligro del plan ruso de reducirlo todo a discutir lo imposible». Además, ha añadido que «comparten la misma opinión».

El gobernante de Ucrania ha realizado más llamadas en los últimos días con sus aliados más cercanos después de la visita del enviado del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, a Moscú y el anuncio de la reunión, según Reuters.

Putin no visita Estados Unidos desde que se reunió en 2015 en Nueva York con el entonces presidente, Barack Obama, tras su intervención en la ONU, que allanó el camino a la intervención militar rusa en Siria.

Algunos expertos independientes rusos temen que Putin vuelva a «embaucar» a Trump, como ya hizo en su anterior cumbre en 2018 (Helsinki), y únicamente gane tiempo para seguir avanzando militarmente en Ucrania, según ha explicado EFE.

Además, Yuri Ushakov, asesor de Putin para política internacional, ha subrayado que Rusia está interesada en que «el próximo encuentro entre los presidentes Putin y Trump tenga lugar en territorio ruso. La correspondiente invitación ya ha sido enviada».

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