La dulce tortura de soñar en Primera

Regresa la pasión balompédica. El aroma a fútbol de estreno flota ya en el ambiente, y todo vuelve a empezar. Pero este año, el corazón late diferente para los seguidores de la UD Las Palmas. No es el regreso de una temporada cualquiera: es el arranque del camino más difícil si cabe, ese que se emprende desde el fango con la mirada puesta en el cielo de Primera. Porque esta vez, la UD no parte desde la cima del Olimpo, sino desde la arena movediza y traicionera de la Segunda División, donde el hambre aprieta y el margen de error es mínimo. El físico será determinante y los partidos broncos serán la tónica de 42 jornadas maratonianas.

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