Era el verano de 2022 y Alejandro se encontraba en la playa de El Puntal en Santander con unos amigos cuando decidieron darse el último baño.
El chico se metió al agua de forma normal y cuando pensó que le cubría suficiente echó su cuerpo para adelante para sumergirse entero. La mala suerte es que se topó con un banco de arena que golpeó su cabeza y fracturó la cervical 5.
A pesar de que lo operaron de urgencia, finalmente Alejandro quedó parapléjico: «Fue una operación muy dura a vida o muerte», asegura.
«No solo es un salto alto, sino que entrando por la playa normal, incluso por la orilla te puede pasar esto que me pasó a mi», cuenta, «Pensé que me iba a quedar ahí». ¡Dale al play!