La Guardia Civil afrontó la tarde del miércoles un rescate extremo de tres escaladores en la Agulla des Frare, en el Puig Major. Una de las víctimas sufrió una fractura de cadera al golpearse contra la pared en una caída de diez metros de altura y quedó suspendido a 100 metros del suelo. anclado únicamente por la cuerda de seguridad. Mientras que sus dos compañeros se encontraban en distintos puntos de la misma pared. También estaban igualmente comprometidos y sin posibilidad alguna de evolucionar en la escalada ni de descender por sus propios medios.
Efectivos del Grupo de Rescate e intervención en Montaña (GREIM) con el helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil tuvieron que acometer una labor de salvamento de los tres escaladores que entrañaba una gran complejidad técnica. En primera instancia hicieron un reconocimiento en profundidad del lugar. Un total de tres escaladores se encontraban bloqueados en una pared de la Agulla des Frare mientras exploraban una nueva vía de escalada. La gran dificultad que planteaba obligaba a realizar tres rescates completamente diferenciados.
El rescate más urgente lo requería un escalador que había resultado herido con una fractura de cadera después de sufrir una caída de diez metros y de quedar suspendido a una altura de 100 metros del suelo. Solo permanecía anclado por medio de la cuerda de seguridad. Ante la extrema gravedad que planteaba esta situación se tuvo que efectuar una maniobra de corte de la cuerda desde el helicóptero mediante la heligrúa. El alpinista tuvo que participar directamente para ayudar en su propio salvamento. Este fue asegurado con carácter previo antes de soltarse de su anterior anclaje.
Muy alto riesgo
Mientras, el segundo escalador se encontraba a media altura de la pared anclado en un punto especialmente comprometido de la vía que se encontraban explorando. El complejo salvamento requirió el uso del ‘lezard’ para minimizar los riesgos. Este equipamiento permite conectar a la víctima y al rescatador a la heligrúa y anclarse ambos a la pared. Con un movimiento del helicóptero se liberan de la sujeción a la montaña y ambos son izados al interior de la aeronave. Este sistema está expresamente diseñado para afrontar maniobras de muy alto riesgo.
Mientras que el tercer escalador se encontraba en la cima de la Agulla des Frare. En concreto estaba en una pequeña plataforma, que permitía un apoyo parcial del helicóptero. Gracias a la pericia del piloto y la del rescatador la víctima pudo ser evacuada directamente desde tierra firme sin necesidad de aplicar ningún ciclo de grúa.
El escalador herido presentaba un fuerte dolor en la cadera. De hecho era compatible con una posible fractura debido al fuerte golpe contra la pared que sufrió en la caída desde unos diez metros, antes de quedar colgando a 100 metros por medio del anclaje de seguridad. Por este motivo la víctima fue trasladada directamente a Son Espases mientras que sus dos compañeros fueron evacuados hasta la plataforma del embalse de Cúber, al no presentar lesión alguna.
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