Si una característica define a la Franja de Gaza es la generosidad de su tierra. Históricamente, tanto agricultores como palestinos de a pie se han nutrido de las frutas, verduras, frutos secos y cereales que, en abundancia, recogen de sus fértiles cultivos. Ahora, Israel, que está usando sin miramientos el hambre como arma de guerra, ha puesto también coto al acceso a las parcelas cultivables de tal manera que tan solo un 1,5% de las mismas queda a disposición de los palestinos. Es un dato facilitado por Naciones Unidas, muy inferior al 4% del pasado mes de abril, lo que demuestra que el Estado hebreo, además de vetar la entrada de camiones de ayuda humanitaria, está negando a los gazatíes la posibilidad de alimentarse con los productos de la tierra.
La crisis por desnutrición en Gaza ganó visibilidad con imágenes como las del pequeño Mohamed Motawaq, de tripa hinchada y brazos esqueléticos. Israel aseguró que la suya era la foto de «un niño enfermo» utilizada por la prensa para difundir una falsa hambruna en Gaza, algo que la madre del niño no sólo denuncia, sino que asegura ha empeorado su condición. Con Mohamed en brazos, Hidaya (31 años), recibe por segunda vez a EFE en su tienda de campaña y confirma que su hijo tiene una debilidad muscular, pero la conversación la impregna el miedo de que sea el hambre lo que le mate.-EFE/ Ahmad Awad / Ahmad Awad / EFE
La organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) avala con datos que la agricultura representaba alrededor del 10% de la economía de la Franja de Gaza, y más de 560.000 personas, o una cuarta parte de la población, vivían, al menos parcialmente, de la agricultura y la pesca. Israel se está ensañando de forma progresiva con el ataque a huertos, invernaderos, tierras de cultivo y pescadores desde el inicio de su asedio a Gaza en octubre de 2023.
Datos de la FAO recogidos por el periódico británico ‘The Guardia’ constatan -a 28 de julio de 2025- que Israel había dañado el 86% de los cultivos, el equivalente a casi 13.000 hectáreas frente al 81% en abri. Si bien poco menos del 9% de las tierras de cultivo aún son físicamente accesibles, solo el 1,5% no ha sido dañado por la ofensiva israelí.
«Sistemas locales colapsados»
El director general de la FAO, Qu Dongyu, describe así la situación: «Gaza está ahora al borde de una hambruna a gran escala. La gente se muere de hambre no porque no haya alimentos disponibles, sino porque el acceso está bloqueado, los sistemas agroalimentarios locales han colapsado y las familias ya no pueden mantener ni siquiera sus medios de vida más básicos». «Necesitamos urgentemente acceso humanitario seguro y sostenido, así como apoyo inmediato, para restablecer la producción alimentaria y los medios de vida locales como única manera de evitar más pérdidas de vidas ya que el derecho a la alimentación es un derecho humano fundamental», añade.
Más datos ilustran la estrategia del Estado hebreo. En el norte de Gaza, Israel han destruido o dañado el 94% de las tierras más fértiles y los palestinos no tienen acceso al 6% restante de sus tierras de cultivo. En Rafah, cerca de la frontera con Egipto, el 79% está arrasado y el resto ha sido bloqueado.

OMS: Medio millón de gazatíes al borde de la hambruna por el bloqueo «deliberado» de ayuda / E
La semana pasada, las fuerzas israelíes demolieron parcialmente un banco de semillas en Hebrón, Cisjordania, destruyendo herramientas y equipos utilizados para reproducir semillas tradicionales. Michael Fakhri, relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, declaró a ‘The Guardian’: «Israel ha construido la maquinaria de hambruna más eficiente que se pueda imaginar, así que, aunque siempre es impactante ver a la gente morir de hambre, nadie debería sorprenderse porque toda la información ha estado a la vista desde principios de 2024″.










