Una escena insólita sorprendió a trabajadores inmigrantes frente a un Home Depot en Los Ángeles este miércoles por la mañana, cuando agentes de la Patrulla Fronteriza saltaron desde la parte trasera de un camión de alquiler para iniciar una redada migratoria. El operativo, denominado por las autoridades como “Operación Caballo de Troya”, ha generado indignación en organizaciones defensoras de derechos humanos.
Los agentes, vestidos de civil y armados, salieron del camión sin identificación visible y comenzaron a detener a jornaleros y vendedores ambulantes sin explicar el motivo. Según testigos, algunos de los detenidos mostraron documentación o pruebas de solicitudes de asilo, pero aun así fueron arrestados.
La empresa Penske, dueña del camión utilizado, afirmó que no fue notificada del uso de su vehículo en la operación y expresó su rechazo, recordando que transportar personas en la zona de carga está estrictamente prohibido por sus normas. Anunció además que exigirá explicaciones al Departamento de Seguridad Nacional.
La redada se produce en medio de un contexto legal delicado, luego de que una corte federal ratificara una orden que prohíbe redadas indiscriminadas en el sur de California. A pesar de ello, el gobierno ha intensificado sus acciones migratorias en espacios públicos, incluyendo ferreterías, paradas de autobuses y granjas.