Hay días en los que el baloncesto es mucho más que un simple deporte. Se convierte en algo espectacular, que contagia y que demuestra por qué es tan especial. Todo eso demostró España B este jueves para coronarse en el Torneo Ciudad de Málaga ante Portugal (64-63) -que le ganaron el martes a los ‘mayores’-. Dos victorias ante dos selecciones absolutas que estarán en el Eurobasket. Los últimos 20 minutos de este último encuentro bien valen una llamada de Sergio Scariolo. Tremenda papeleta…
Todos los focos estaban puestos en el duelo Baba Miller-Neemias Queta, los dos grandes protagonistas de la primera jornada. El jugador español, a sus 21 años, ya da la sensación de que puede pasar cualquier cosa cuando tiene el balón en sus manos. Que se lo pregunten a los aros del Palacio. Pero fueron otros muchos los que se hicieron un hueco en el corazón del Palacio: Guillem Ferrando, Great Osobor, Lucas Marí, Jordi Rodríguez…
Álvaro Folgueiras
Esta vez sí que hubo presencia malagueña sobre la pista. Álvaro Folgueiras, al que Jaume Ponsarnau quiso proteger en el primer partido tras el Europeo sub-20, saltó a la pista con las primeras sustituciones del equipo español. El canterano del CB El Palo y el Unicaja no brilló en el apartado ofensivo, solo 3 puntos. No es lo suyo, donde sí es un especialista es en el trabajo por y para el equipo, donde cosechó 8 rebotes.
España B consiguió mantenerle el pulso al Portugal al inicio del partido, pero el conjunto luso tiró de Travante Williams y de sus cuerpos en la pintura para coger una ventaja significativa (9-20). Ese fue el punto de inflexión para que, liderados por Álvaro Cárdenas e Isaac Nogués, los españoles subieran el ritmo defensivo, frenaran el carrusel de triples y poner así el 18-22 con un gran esprint final.
Dominio luso
La mala noticia es que Portugal siguió y siguió, enaltecida después de su victoria ante los de Sergio Scariolo. A la vez que subieron la intensidad física, Rafa Lisboa y Nuno Sá colocaron una marca infalible desde la línea del 6.75. Otra vez 25-40 y otra vez una pequeña reacción, ahora con Jordi Rodríguez con galones ofensivos. Aunque Portugal quería proclamarse con todas las de la ley como el mejor equipo de la Península Ibérica. Eso querían (32-46).
El tercer cuarto se puso aún más duro, más físico, con más errores cerca de la canasta. España protagonizó defensas exquisitas, apenas dejando a su rival con cuatro puntos canastas en siete minutos. Parecía que poco podía hacer punto a punto, tiro libre a tiro libre, pero fueron el punto de partida para que Guillem Ferrando, a golpe de triple, pusiera el partido en un 47-52. ¿Cómo no iba a creer el Martín Carpena? ¿Cómo no creer con los robos de Isaac Nogués y Adriá Rodríguez?
¿Algo más que un amistoso?
31 minutos había costado, pero España sabía que iba a tener su oportunidad en el marcador con la primera ventaja (57-55). Y ahí fue cuando el partido se convirtió en una auténtica batalla campal, superando a veces el límite de lo legal. A veces, casi más parecido a una lucha por el honor que a un partido de baloncesto con agarrones. España pareció manejarse bien porque lideró durante muchos instants, hasta llegar a los dos minutos finales con 62-63.
¿Algo más que un amistoso? Por momentos pareció, pero iba a ser Ferrando el que iba a poner al Carpena en pie con su bandeja a 21.9 segundos del final (64-63). Daba igual el resultado, había algo mucho más trascendental como era el espíritu que se estaba respirando. Si esta es la generación que nos va a representar en el futuro, podemos estar muy tranquilos. Una defensa espectacular de Lucas Marí selló la victoria.
Aquí acaba la aventura de esta nueva España B con un resultado espléndido, pero hay algo más importante. Las miles de personas que la han visto en el Carpena y en las redes sociales se quedan con la sensación de seguir queriendo verla, y eso es el mejor premio que puede dejar el Torneo Ciudad de Málaga.