El Vivero Central ‘Santa Anastasia’ del Gobierno de Aragón, ubicado en Ejea de los Caballeros (Zaragoza), se ha consolidado como una de las principales infraestructuras logísticas del nuevo Plan de Reforestación de Aragón (PREA) 2024-2027, con más de 586.000 plantas producidas específicamente para atender las futuras actuaciones de reforestación del territorio a partir de este otoño.
La directora general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Ana Oliván, ha visitado este jueves las instalaciones junto al jefe del Servicio de Planificación y Gestión Forestal, Enrique Arrechea, y el técnico responsable del vivero, Álvaro Hernández, para conocer de primera mano el estado de la producción.
Oliván ha explicado que desde este vivero se producen «plantas robustas y bien adaptadas». «Tenemos una variedad que asegura crear ecosistemas que puedan perdurar en el tiempo, que es el principal objetivo que queremos conseguir», ha asegurado.
En total, el vivero produce actualmente unas 637.000 plantas, de las cuales 586.000 están directamente relacionadas con el PREA y unas 50.000 más se destinan a atender peticiones de ayuntamientos y asociaciones sin ánimo de lucro para iniciativas locales o celebraciones ambientales como el Día del Árbol.
El PREA contempla exclusivamente especies autóctonas de carácter mediterráneo, bien adaptadas al calor y a la sequía, condiciones que deberán soportar en el monte.
En el caso del vivero de Ejea, se cultivan 17 especies diferentes. Entre ellas, especies arbóreas como pino carrasco –458.000 ejemplares–, encina, almez, sabina, arce o acerollo y especies de matorral como coscoja, espantalobos, lentisco o espino negro.
Toda la planta se cultiva en contenedor forestal de 200 centímetros en túneles de sombreado del 70%, y el proceso es íntegramente manual: desde la preparación del sustrato –una mezcla de turba, arena local y elementos inertes– hasta el semillado, selección de plántulas, riego y fertilización.
Una peculiaridad técnica destacable es que en el sustrato utilizado se mezcla una parte de tierra procedente de montes cercanos, lo que permite la incorporación de hongos micorrícicos asociados al pino carrasco, favoreciendo su posterior implantación en el terreno natural.
Hernández ha explicado que para la selección de plantas del PREA se ha tenido en cuenta el «clima y suelo actual, pero también el clima futuro y la resiliencia ante futuros incendios».
La planta que se empleará en el monte en otoño de 2025 comenzó a cultivarse al menos un año antes, por lo que las primeras actuaciones del PREA en 2024 se realizaron con planta procedente de otros viveros del Gobierno de Aragón. Esta planificación a medio plazo es imprescindible para asegurar el suministro y la calidad vegetal en cada campaña.
Además de su papel como centro productor para el PREA, el vivero de Ejea también mantiene un banco de germoplasma forestal como nodo del Banco en Red liderado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Desde aquí se conservan y multiplican semillas de especies autóctonas, incluidas algunas amenazadas o en peligro de extinción. El Vivero Santa Anastasia, gestionado por el Departamento de Medio Ambiente y Turismo a través del Servicio Provincial de Zaragoza, cuenta con cuatro trabajadores a tiempo completo –un peón personal laboral de la Administración y tres oficiales contratados a través de la empresa pública Sarga–, un Agente para la Protección de la Naturaleza (APN) encargado de la gestión y la realización de los trabajos, y un técnico del Servicio Provincial de Zaragoza a tiempo parcial.
Álvaro Hernández ha señalado que la plantación tiene una superficie de 72 hectáreas y se ha llevado a cabo en aplicación de un convenio entre empresas, también con el Ayuntamiento de Teruel, que se dedican a hacer repoblaciones para la compensación de los derechos de CO2.
2.000 hectáreas de repoblación
«Hay una serie ya de plantaciones y cuando llegue el otoño, con ese tiempo ya más fresco y una mayor humedad, continuaremos ya con la labor de plantación», ha explicado el técnico responsable del vivero. Ahora mismo están trabajando en Tarazona, San Martín del Río, Alcorisa, Ejulve y Aliaga.
Se van a repoblar 2.000 hectáreas de suelo con dos millones de plantas en cuatro años, ha continuado la directora general, y parte de esa producción saldrá de viveros propios de Aragón.
«Son especies autóctonas muy adaptadas al clima, de ambientes típicamente mediterráneos y teniendo en cuenta cómo van las circunstancias actuales de mayor sequía, tenemos que buscar producir una planta robusta y adaptada».
«Tenemos diversas especies de pinos pero también muchas frondosas que vamos a ir introduciendo en las repoblaciones, sabinas, encinas, almez, arces y toda esta variedad de plantas que estamos produciendo nos va a asegurar crear unos ecosistemas diversos y que puedan perdurar en el tiempo, que al final es el objetivo que queremos conseguir».
Prevención incendios
En otro orden de cosas, la directora general ha señalado que la campaña de prevención de incendios evoluciona de manera «muy positiva», con un mes de junio «muy caluroso» y un mes de julio que «fue casi lo contrario, con temperaturas más frescas de lo habitual, con bastante precipitación», de forma que «el balance va muy bien», con un número de incendios y una superficie quemada «muy por debajo» del promedio, aunque ahora hay una ola de calor «y esto puede cambiar en cualquier momento»
«Lo cierto es que el calor por sí solo no enciende un incendio, nos falta esa primera chispa que lo encienda, y por eso es muy importante evitar que nuestra actividad pueda generar cualquier tipo de chispa en el medio natural, bien sea en nuestro trabajo, o por una actividad de ocio; cuando estamos haciendo actividades en la naturaleza, por supuesto no debemos encender fuego nunca, pero también evitar cualquier tipo de actividad, ya sea profesional o del trabajo, que pueda producir esa primera chispa», ha concluido.