Aunque en el imaginario colectivo los accidentes mortales están asociados a las carreteras, en las ciudades también se producen siniestros graves, que se cobran la vida de cientos de personas cada año. En concreto, en 2024 fallecieron 488 personas en los más de 8.000 municipios españoles, 30 menos que en 2023, lo que supone un 6% de descenso.
“En un contexto de más conductores, más coches y desplazamientos, un 6% menos de fallecidos es un dato esperanzador, […] porque en seguridad vial nos movemos en más o menos 3%, lo que parece indicar que estamos en la buena dirección”, ha indicado este jueves el Director General de Tráfico, Pere Navarro, en la presentación del balance de seguridad vial en las vías urbanas.
El casco no es obligatorio para los ciclistas en las ciudades, pero sí es recomendable y está en proceso de aprobación la normativa que lo hará preceptivo para los usuarios de patinetes
El registro muestra que hay varias asignaturas pendientes: casi el 80% de los fallecidos son usuarios vulnerables, como peatones, motoristas o ciclistas y casi un 30% (en concreto un 28%) no hacía uso de accesorios de seguridad como casco, en las bicis y motos, y cinturón (en los turismos), por lo que todavía hay un amplio margen de mejora.
Cascos y cinturón
De hecho, ha aumentado dos puntos el número de usuarios que no utilizaban accesorios de seguridad lo que evidencia, según la DGT, “que pese a las campañas de concienciación, todavía persiste un reducido grupo de usuarios de la vía que hace caso omiso a las normas de circulación”.
El casco no es obligatorio para los ciclistas en las ciudades, pero sí es recomendable y está en proceso de aprobación la normativa que lo hará preceptivo para los usuarios de patinetes.
14 de los 18 ciclistas fallecidos en las urbes en 2024 no llevaban casco y en los usuarios de movilidad personal, 5 de 9 carecían de la protección
Los datos indican que usar o no casco, puede suponer salvar o no la vida en un accidente grave, dado que 14 de los 18 ciclistas fallecidos en las urbes no llevaban casco y en los usuarios de movilidad personal, 5 de 9 carecían de la protección. Además, de las 60 personas fallecidas en un turismo, un 42% no llevaban el cinturón de seguridad. “Casi la mitad se habrían salvado con el cinturón”, ha subrayado Navarro, para quien “la gran asignatura pendiente es el uso del cinturón en las plazas traseras”.
En cuanto a los usuarios vulnerables, la estadística demuestra la desprotección de quienes se mueven sin carrocería. Así, un 42% de los fallecidos (206 de 488) eran peatones, el 28% motoristas (139), el 5% ciclistas (26) y el 3% usuarios de vehículos de movilidad personal (13). En contraste, solo el 16% de las personas fallecidas (79 en total) viajaban en turismos.
El móvil, un peligro al cruzar
En cuanto a los atropellos de peatones, Navarro ha indicado que han encargado un estudio para saber qué porcentaje de ciudadanos cruza la calle mirando el móvil, puesto que es una comportamiento habitual hoy en día, que puede provocar accidentes.
La DGT achaca el descenso del número de fallecidos en las urbes a la aplicación del límite de velocidad de 30 kilómetros por hora
En cualquier caso, ha habido un avance, dado que han descendido, un 8% y un 10% respectivamente, la cifra de peatones y motoristas fallecidos. “Es una buena noticia y marca que estamos en el buen camino”, ha valorado el director de la DGT. De hecho, 206 peatones muertos es el segundo registro más bajo de la serie histórica, sin contar los dos años (2020 y 2021) marcados por la pandemia.
Navarro ha achacado el descenso del número de fallecidos a la aplicación del límite de velocidad de 30 kilómetros por hora en las calles de un único carril. “Ha sido un salto adelante para calmar el tráfico, ha puesto en marcha una revolución”, ha subrayado.
Comparativa internacional
En las vías urbanas se producen el 65% de los accidentes viales en España, pero solo el 27% de los fallecidos, lo que indica que hay más siniestros que en las carreteras pero son menos graves, debido sobre todo a que los vehículos circulan a menor velocidad. Y no hay que perder de vista que las ciudades registran también la mitad de los heridos graves (5.043 en 2024, un 3% más).
Teniendo en cuenta el cómputo total, en 2024 fallecieron 1.785 personas en siniestros de tráfico tanto en vías interurbanas como urbanas, 21 menos que en 2023, aunque con 296 hospitalizados más (hasta los 9.561). La tasa de mortalidad se sitúa, por tanto, en 37 fallecidos por millón de habitantes, por debajo de la media europea, situada en 44. España supera a países con una larga tradición en seguridad vial como Francia o Austria, pero todavía por detrás de referentes europeos como Suecia y Dinamarca.
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