BBVA ha explicado este jueves que se encuentra revisando las sinergias planteadas en la OPA lanzada sobre Banco Sabadell, según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La entidad está revisando especialmente las cifras relativas a los tres años en los que no podrá impulsar la fusión con Sabadell, después de las restricciones impuestas por el Gobierno.
«BBVA está revisando las sinergias de costes operativos y de financiación que se podrían materializar durante los primeros tres años (o eventualmente, cinco primeros años) como consecuencia de la toma de control de Banco Sabadell y aquellas que se podrían materializar una vez que la condición del Consejo de Ministros deje de estar en vigor y se pueda llevar a cabo la fusión», asegura.
Además, BBVA explica que «no puede asegurar que se alcancen algunos o todos los beneficios esperados con la operación, incluidos la reducción de costes y las sinergias de financiación».
Sin embargo, todavía considera «que la toma de control de Banco Sabadell y su integración en el grupo BBVA crea valor para los accionistas de ambas entidades, a pesar de que la Condición del Consejo de Ministros retrasaría la implementación de las sinergias derivadas de la fusión«.
Con todo, ve «posible que el grupo no concluya la oferta u otras operaciones en curso o futuras, en el momento oportuno».
«BBVA tiene intención de promover la fusión cuando la Condición del Consejo de Ministros deje de estar en vigor, es decir, transcurridos tres años desde su aprobación (plazo que podrá extenderse, como máximo, por dos años adicionales). Se estima que dicha fusión se completaría en un plazo de seis a ocho meses tras la adopción de la decisión correspondiente por parte de los órganos sociales competentes de las sociedades», valora.
Si finalmente el Gobierno tampoco autoriza la fusión una vez transcurrido el plazo marcado, el banco ve «posible que resultase más difícil integrar las operaciones de BBVA y Banco Sabadell, pudiendo derivar en un proceso de integración complejo con un mayor consumo de tiempo y recursos del inicialmente previsto».
«Ello, a su vez, podría dificultar también en mayor medida el poder alcanzar ahorros de costes y otras eficiencias operativas. En el caso de que la fusión no se completara por cualquier motivo podría dar lugar a la imposibilidad de materializar gran parte de los beneficios esperados de la oferta, incluidos los ahorros de costes y otras eficiencias operativas», explica.
Así, la integración operativa de Sabadell «podría resultar especialmente difícil y compleja, podría desviar sustancialmente el tiempo, la atención y los recursos de la dirección, y podría suponer más costes, requerir más tiempo y recursos de lo previsto».
«Concretamente, podrían surgir dificultades en relación con la integración del personal, las operaciones y los sistemas, la coordinación de los centros corporativos dispersos geográficamente, la desviación de la atención por parte de la dirección y los empleados de las operaciones y los cambios en la cultura corporativa, la retención de los clientes existentes y la captación de nuevos clientes, el mantenimiento de las relaciones comerciales y las ineficiencias asociadas a la integración de las operaciones», concluye el banco.