El corazón de Fuerteventura se detuvo por un instante en la madrugada del 7 de agosto. En la Avenida Saldar, municipio de Pájara, un menor de apenas 13 años perdió la vida al caer de un patinete eléctrico, un suceso que ha conmocionado a toda la comunidad.
Pasaban las tres de la madrugada cuando una llamada de la Guardia Civil al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 1-1-2 activó el protocolo de emergencia. Un niño había sufrido una caída violenta y estaba gravemente herido. El silencio de la noche fue roto por las sirenas de las ambulancias del SUC, que llegaron con rapidez al lugar.
Maniobras desesperadas… sin resultado
El equipo sanitario del Servicio de Urgencias Canario (SUC) se encontró con una situación crítica: el menor se hallaba en parada cardiorrespiratoria. Comenzaron de inmediato las maniobras de reanimación, básicas y avanzadas, luchando contra el tiempo. Lo intentaron todo, pero el corazón del niño no volvió a latir.
Fue declarado fallecido en el lugar, ante la mirada atónita de quienes se acercaron al lugar del accidente.
El menor circulaba en un patinete eléctrico, en circunstancias que aún están bajo investigación. La Guardia Civil y la Policía Local han iniciado diligencias para esclarecer qué provocó el accidente: si se trató de una pérdida de control, un obstáculo en la vía, la velocidad o la falta de visibilidad.
Tampoco se ha confirmado si el niño llevaba casco u otro elemento de protección. Lo que sí se sabe es que la hora, la oscuridad y la edad del menor son factores que podrían haber agravado el desenlace.