Juan Ramírez, uno de los grandes nombres del arte contemporáneo con raíces canarias, ha fallecido en París a los 90 años. Conocido popularmente como “el D’Artagnan de la pintura” o “el Don Quijote de la pintura”, el artista deja tras de sí un legado vibrante, marcado por su particular visión del arte, una vida apasionada y una proyección internacional que lo llevó a codearse con gigantes como Andy Warhol y Salvador Dalí, quien no dudó en reconocerlo como su “hijo espiritual”.
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en la fotografía histórica -que encabeza esta información- de la inauguración de la primera Feria Internacional del Atlántico en Las Palmas de Gran Canaria, se le puede ver acompañado de María Fernández, su primera esposa, y su hijo Juan Luis, sosteniendo la simbólica «espada-pincel» que Ramírez convirtió en emblema de su identidad creativa. En aquella misma imagen también aparecen figuras cercanas como Mary Betancor, el también pintor Rafaely, y otros miembros de su círculo familiar y artístico, en un testimonio visual del impacto de Ramírez en la cultura isleña.
El entierro de Juan Ramírez tendrá lugar el miércoles 6 de agosto a las 14:00 horas en el Cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales han sido trasladados desde París, cumpliendo así su última voluntad de descansar en tierra canaria, junto al océano que tantas veces inspiró su obra.