El presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha defendido este miércoles que la venta de su filial británica TSB al Santander es «beneficiosa para la entidad y sus accionistas, ya que es una oportunidad de realización de valor» en un «momento particularmente propicio, al tiempo que permite devolver capital a los accionistas y focalizar el banco en su proyecto central que es el desarrollo de la franquicia en el mercado español». El banquero, así, ha evitado vincular la operación a la oferta de compra (opa) del BBVA, ya que la legislación impide a la cúpula de una empresa objeto de una propuesta de adquisición tomar medidas para impedirla.
En la misma línea, ha relatado cómo se llegó al acuerdo de venta al Santander para defender que el Sabadell no ha incumplido el deber de pasividad al que le obliga la ley de opas. «La propuesta que consta en el orden del día de esta junta es independiente de la opa y se propondría llevar a cabo, tanto en el contexto actual, como en un contexto sin opa, por su clara aportación beneficiosa para el banco y sus accionistas y por su alineamiento con la estrategia definida por el consejo de administración», ha sostenido ante la junta de accionistas de la entidad que va a votar la operación en la Fira de Sabadell.
Oliu ha recordado que el grupo catalán adquirió TSB en 2015 por unos 1.700 millones de libras esterlinas. «Tras unos primeros años de adaptación, por la salida de Reino Unido de la Unión Europea y los problemas experimentados en la migración a la nueva plataforma, TSB ha seguido una decidida estrategia de optimización de sus gastos operativos y mejora de su desempeño de negocio y financiero, que se ha traducido en una evolución muy positiva de su eficiencia operativa y de su rentabilidad», ha sostenido.
El banquero ha asegurado que su entidad lleva recibiendo «diferentes manifestaciones de interés» por TSB desde 2021, que no fueron «contempladas al considerar que la gestión del banco permitiría alcanzar un valor superior al que en aquellas ocasiones se presentaba». Recientemente, ha añadido, los «buenos resultados de TSB y las condiciones de mercado británico habían puesto a nuestra filial en el punto de mira de los grandes bancos de aquel país para un proceso de consolidación doméstica, por lo que se volvieron a recibir manifestaciones de interés, siendo alguna de ellas concreta y en términos económicos interesantes».
Proceso competitivo
Ante esta situación, ha continuado, el consejo de administración del Sabadell, «en cumplimiento del deber de diligencia, procedió a la apertura de un proceso competitivo restringido, para solicitar otras ofertas no vinculantes adicionales, dirigido exclusivamente a un número muy reducido de entidades financieras con un negocio bancario relevante en el mercado británico y que habían previamente manifestado su interés a través de los bancos de inversión». Entre ellos, los principales interesados resultaron ser el Santander y Barclays,
«Siguiendo las fases habituales de cualquier operación corporativa, se procedió a un proceso que concluyó con la recepción de las ofertas vinculantes, todas ellas con un valor significativo y que hacían atractiva la operación de venta para Banco Sabadell», ha asegurado. El precio de venta son unos 3.100 millones de euros, que el banco espera que asciendan a 3.400 millones cuando se cierre la operación en el primer trimestre del año que viene (se le añadirán los beneficios generados por TSB hasta entonces). Representa un múltiplo de 1,5 veces su valor tangible en libros (frente a las 1,2 veces al que cotizan de media las entidades de crédito centradas en el Reino Unido) y de 10,5 veces el ratio de precio sobre beneficios (frente a la media en el Reino Unido de ocho veces).
«Constituye pues una oportunidad de ejecutar la desinversión en TSB en un momento particularmente propicio, cristalizando un valor significativo. Este valor es sensiblemente superior al actualmente estimado por la media de los analistas financieros al capturar no sólo el valor del banco en función del flujo de sus beneficios futuros sino también parte de las sinergias generadas por el comprador en el Reino Unido», ha defendido Oliu. El presidente del banco también ha recordado que la venta permitirá a la entidad pagar un dividendo extraordinario de unos 2.500 millones de euros (0,5 céntimos por acción) cuando se cierre la transacción, a principios de 2026.
Respecto a la opa, Oliu se ha limitado a recordar que el periodo de aceptación se abrirá previsiblemente en septiembre y que, una vez abierto, el consejo de administración del Sabadell tendrá 10 días para emitir su opinión sobre la oferta. El único guiño que se ha permitido sobre el futuro de la entidad ha sido indirecto: «Vuelvo una vez más a reiterarles mi agradecimiento por la confianza que me han dispensado a lo largo de los años, y con la que espero seguir contando«.
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