El Gobierno de Zaragoza ha sacado a licitación el nuevo contrato del Programa de Educación en la Calle que cuenta con un presupuesto de 2,9 millones de euros, un 45 % más, y que está dirigido a integrar a niños y adolescentes que están en riesgo y conflicto social.
El presupuesto se ha incrementado respecto al programa anterior con el objetivo de mejorar los salarios de los educadores sociales, mejorar el servicio y adaptar los horarios para posibilitar la realización de actividades puntuales en fines de semana.
El Programa de Educación en la Calle interviene en la población infantil y adolescente que ocupa su tiempo libre en la calle, con la finalidad de insertarla en otros recursos más estables. “Es muy importante que a través de este programa se inicie un proceso de acompañamiento para poder acercar los recursos que hay en la ciudad y para poder ayudar a que se desarrollen en lo personal y en lo social, y sobre todo para que tengan un futuro saliendo de esa situación de estar en la calle”, ha apuntado la consejera de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, Marian Orós.
Es un programa de carácter preventivo y comunitario dirigido a jóvenes de entre 8 y 16 años que se encuentran de manera habitual en la calle y que “tienen conductas en este medio que tienen riesgo para ellos e incluso conflictos para la comunidad”, ha explicado la consejera.
La principal herramienta del programa es el equipo educativo que trata de establecer relación con los grupos de menores para promover cambios que les permitan lograr su desarrollo social e individual. Los educadores sirven de referencia para los menores que tratan de insertarlos en recursos que tiene el ayuntamiento “como puede ser el deporte, las bibliotecas, los centros de empleo, para que promulguen nuevas aptitudes y nuevos intereses”, ha afirmado Orós.
El plan cuenta con tres fases de actuación: la primera de ellas consiste en recoger información sobre el barrio y el entorno. A continuación, el educador social observa y comienza a tener contacto con los jóvenes y finalmente, interviene grupal o individualmente y hace un seguimiento posterior.
En 2024, los educadores contactaron con 516 menores de los diferentes barrios de la ciudad de Zaragoza. Además, llevaron a cabo 380 intervenciones grupales y 19 individuales a jóvenes. Finalmente, el seguimiento posterior se realizó a 152 personas, según datos facilitados por la consejera.
El programa funciona en nueve barrios de la ciudad distribuidos en tres tramos: el primero de ellos es Delicias, Oliver y Valdefierro, posteriormente, Las Fuentes, San José y Torrero-La Paz y finalmente, Actur-Rey Fernando, Arrabal y Casco Histórico.