España ha descorchado su preparación para el Eurobasket que se disputa a partir del 27 de agosto con una inesperada derrota contra Portugal (74-76). El Martín Carpena de Málaga asistió a un primer amistoso en el que los de Sergio Scariolo empezaron arrasando en el marcador para después dejarse remontar en un tercer cuatro tétrico, con 28 puntos encajados. Los portugueses aprovecharon la inercia positiva y la falta de resuello de los españoles para atar la victoria en los instantes finales. El mayor talento de los españoles permitió que la victoria, aunque de escasa relevancia, no se le escapara a la vigente campeona de Europa.
Se presumía que Portugal no iba a ser una gran piedra de toque para España en lo competitivo, pero en estos primeros amistosos de preparación nunca se sabe, como quedó constatado. Que se lo digan a la República Checa, el próximo rival de los de Sergio Scariolo (el jueves, de nuevo en Málaga) que este martes perdió contra España B, la selección de los jóvenes meritorios en la que brilló Baba Miller. Las pruebas de fuego para España, las de verdad, llegarán las dos próximas semanas, contra Francia y Alemania, dos tótems del baloncesto continental. Y en esos partidos tendrá que mejorar mucho la selección para ser competitiva de verdad.
Ventaja desde el primer cuarto
No, aunque el resultado final invite a encender la alarma sobre lo contrario, la idea este martes en Málaga no era medir el rendimiento real que España pueda ofrecer el Eurobasket. Consistía la cita en iniciar la preparación, desatascar las piernas y empezar a encontrar sinergias fuera de los entrenamientos. Todo eso se consiguió, pero España se quedó demasiado corta en lo baloncestístico ante un grupo de jugadores con mucho menos talento individual en sus manos.
La teórica superioridad española sí que quedó patente en un primer cuarto en el que participaron todos los jugadores a disposición de Scariolo (Ndiaye y Puerto no participaron por molestias físicas) a excepción de Yusta, que compareció poco después. Una rotación de 12 jugadores que no impidió que España doblara a Portugal al final del primer periodo (27-14).
El seleccionador nacional de baloncesto Sergio Scariolo durante el partido España-Portugal preparatorio para el Eurobasket 2025. / Jorge Zapata / EFE
Provocó esa ventaja que España bajara el pistón en el segundo cuarto tras rozar la veintena de puntos de ventaja, acumulando unos cuantos errores de concentración y de falta de tensión que levantaron de la lona a los portugueses, deparando un parcial de tanteador totalmente igualado (44-31).
Un tercer cuarto horroroso
Lo que pareció un rato de despiste se agravó tras el descanso, llegando Portugal a neutralizar la diferencia en el tramo final del tercer parcial (62-59). Un cuarto horrendo en defensa de los de Scariolo, en el que encajaron 28 puntos, una barbaridad ante un rival con un potencial tan limitado como el luso.
La falta de movilidad y la escasa tendencia al contraataque de España pueden entenderse a partir de la escasa preparación que todavía acumulan los jugadores. Carencias lógicas, no así la falta de liderazgo de los principales jugadores (Aldama o los Hernangómez) para echarse al equipo a la espalda. Porque Portugal alargó su inercia positiva hasta ponerse por delante a falta de dos minutos y medio y finalmente atar una victoria que dejó a Scariolo con el gesto torcido. Tiene trabajo por delante en su último servicio a la selección antes de regresar al Real Madrid.
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