Las obras de la nueva comisaría de la Policía Municipal de Zamora comenzaron hace esta semana nueve años. Fue uno de los primeros proyectos del actual alcalde, Francisco Guarido, pero también ha sido uno de los que más quebraderos de cabeza le ha dado, a tenor por los plazos de esta actuación.
Inicialmente, estaba prevista que los trabajos se prolongasen menos de un año, pero que finalmente va a ser casi una década lo que tarde en ser una realidad la nueva sede policial de la ciudad. Esta semana coinciden dos actuaciones municipales relacionadas con la adecuación del antiguo Banco de España de la plaza de Cristo Rey como sede policial y archivo municipal. Sin embargo, se trata de un avance y otro retroceso, o como dice la canción de «María» de Ricky Martín, se dará «un pasito p’alante y un pasito p’atrás». El avance llega con la adjudicación definitiva este jueves en la mesa de contratación municipal de los últimos trabajos que permiten rematar las obras en el edificio de la plaza de Cristo Rey y el retroceso se produce este martes, cuando la Junta de Gobierno Local ha tenido que excluir por no tener toda la documentación en regla la única oferta que quedaba para la contratación del mobiliario y el equipamiento de la nueva sede municipal.
Pese a ello, el alcalde, Francisco Guarido, se ha mostrado optimista en que a finales de año o principios del año que viene la nueva comisaría policial pueda ser ya una realidad. Para ello se volverá a sacar a licitación el contrato del equipamiento y de forma paralela se ejecutarán las últimas obras en el edificio del antiguo Banco de España, adjudicadas a la empresa zamorana San Gregorio.
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