Los pilotos de servicios de emergencias, entre ellos los de extinción de incendios, ya no quieren trabajar en Galicia porque en el extranjero cobran el triple y tienen mejores condiciones. Dada la ausencia de profesionales, notoria desde hace al menos seis años, la empresa contratada por la Xunta para proveer servicios aéreos para apagar fuegos, Airworks, ya trae aviadores de Portugal. De los cerca de 40 pilotos que hay en Galicia, al menos una docena proceden del país vecino.
Prepararse para el oficio no es fácil, las prácticas y la formación pueden llegar a suponer 100.000 euros a los aspirantes. No todos pueden formar parte de esta élite y los que lo consiguen esperan salir recompensados. Para ello, la opción más viable es marcharse al extranjero. Según indican desde el Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos (SLTA) en países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, determinadas zonas de África o incluso en varias regiones europeas los sueldos pueden rondar los 12.000 euros al mes, el triple que en Galicia. Aquí, en el mejor de los casos, pueden recibir 4.000, unos 80.000 al año. Un sueldo alto aunque ligado a condicionantes como el elevadísimo precio de la formación, la peligrosidad del oficio y los plazos laborales a los que se enfrentan durante los primeros años.
Sin embargo, ese no es el único motivo por el que se fugan: las condiciones también influyen. «No es que falten pilotos, es que el sector no convence por sus características», señala Enrique Durán, coordinador del SLTA. Explica que en otros países los horarios funcionan de forma distinta. Tienen que trabajar seis semanas, pero libran el mismo tiempo. Eso les permite una mejor conciliación familiar. «A mayores, los pilotos que se quedan en España ejercen cuatro o cinco meses al año para que a posteriori la mayoría acabe en el paro», afirma.
Además, desde la asociación aseguran que suelen sufrir cambios de horarios inesperados: «Te ponen formaciones que no te cuentan como trabajo y no puedes disfrutar del tiempo libre como estaba previsto».
Por otra parte está el abandono tras cumplir con las tareas. La inversión de más de 100.000 euros para lograr ser piloto no compensa si al terminar solo pueden trabajar un tercio del año. «Por mucho que te guste la aviación, cada día hay menos gente que quiera dedicarse a esto. Es una profesión poco atractiva por la gran dedicación que hay que tener y lo poco que se recompensa», opina.
De España a Portugal
No solo Galicia busca pilotos en Portugal, también hay un trasvase de profesionales españoles que cruzan la frontera para labrarse un futuro. Son los que trabajan para los servicios sanitarios, como los que acuden a los rescates del 061. En el país vecino las condiciones son más atractivas, según explican desde SLTA.
La posible doble jornada de los pilotos lusos
Desde el sindicato SLTA advierten que se están investigando las posibles dobles jornadas de algunos de los bomberos portugueses que están trabajando en Galicia en esta campaña de incendios. Supuestamente no hacen las libranzas que les corresponden. «En sus días libres se van a Portugal y trabajan allí, impidiendo que aparezcan descansados cuando vuelven a tener turno en la comunidad», indica Enrique Durán, el coordinador del sindicato. Según pudo saber, la empresa que provee a Galicia de pilotos también funciona en el país luso, por lo que podrían estar impidiendo desde dentro el descanso. «Estamos recopilando datos para ponerlos en conocimiento de la Agencia Española de Seguridad Aérea. Queremos hacer un requerimiento para que entregue las programaciones de los pilotos, tanto en España como en Portugal», señala. «Evitar la fatiga es un factor fundamental, de lo más importante para prevenir accidentes en el mundo de la aviación», indica Durán. Está estipulado que los pilotos trabajen 20 días al mes con jornadas de 12 horas de presencia en la base. No pueden excederse nunca de ese límite ni volar más de ocho horas. «Si se van a Portugal estarían incumpliendo sus descansos mensuales, establecidos por ley», dice. Durán explica que no se puede prever el nivel de fatiga de estos aviadores: pueden hacer horas de más en Portugal y al incorporarse al turno encontrarse con que tienen que volar en un gran incendio. Además están las condiciones con las que se encuentran en los fuegos: «Cuando sobrevuelas zonas ardiendo sufres el estrés del calor. El 99% de los helicópteros no tienen aire acondicionado porque supone peso añadido», señala el coordinador del SLTA. Sobre este tema Medio Rural se desentiende: aseguran es cosa de la empresa subcontratada.
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