BofA lo tiene claro: esta compañía española tiene potencial para subir más de un 20%

Los resultados de Cellnex no han pasado desapercibidos para los analistas de Bank of America (BofA). Las cuentas del primer semestre de la cotizada española han gustado a estos analistas, que recomienda ‘comprar’ sus títulos, que recientemente cuentan con una perspectiva ‘positiva’ por parte de S&P.

Entre enero y junio, la cotizada redujo sus pérdidas a 115 millones de euros, menos de la mitad respecto a los 418 millones registrados en la primera mitad de 2024. De igual modo, los ingresos de explotación se ubicaron ligeramente por encima de los del año pasado, situándose en 1.942 millones de euros. Además, sus principales líneas de negocio evolucionaron de forma estable.

La compañía también reiteró su guía de beneficios para 2025, un ejercicio en el que espera conseguir unos ingresos de entre 3.950 millones y 4.050 millones de euros, entre otros.

Todo ello hace que los analistas de BofA valoren sus acciones en 40,1 euros, un precio objetivo que se sitúa más de un 20% por encima de los últimos precios de cierre.

TESIS DE INVERSIÓN

Según Bank of America, una de las principales conclusiones de la conferencia con analistas fue la «defensa sólida» frente a la exposición a la consolidación en Francia. Recientemente, los informes sobre conversaciones preliminares sobre una posible compra y división de SFR entre los otros tres operadores franceses han frenado las acciones de Cellnex.

«Nuestra opinión se mantiene: si llega a concretarse un acuerdo, es probable que el impacto a corto plazo sea levemente dilutivo, pero con un acuerdo MSA (Acuerdo Marco de Servicios) más duradero que respalde la tesis de inversión a largo plazo de Cellnex», apunta BofA.

Cellnex proporcionó detalles adicionales a este respecto, señalando que su presencia en zonas rurales está «menos expuesta», ya que en su mayoría «ya está consolidada en acuerdos de compartición de redes (RAN)». En áreas urbanas (alrededor del 50% de los ingresos), hay más exposición, pero, incluso en ese caso, «dudan de que se produzca un desmantelamiento material de emplazamientos en caso de un acuerdo, dada la necesidad agregada de capacidad».

«Lo más probable es que haya cierto ‘movimiento neto’ de emplazamientos, con algunos desmantelamientos y algunas nuevas instalaciones. En cualquier caso, Cellnex está protegida gracias a sus contratos ancla a largo plazo y acuerdos secundarios de tipo MSA», señala Bank of America.

De igual modo, la firma norteamericana destaca el cambio de perspectiva de S&P, aunque advierte que Cellnex «también deberá convencer a Fitch» para poder modificar su política de asignación de capital. No obstante, esto representa un posible catalizador favorable para la cotizada.

Con todo ello presente, BofA actualiza su previsión de EBITDA después de arrendamientos (EBITDAaL) para este año fiscal y el siguiente en un -0,5% y en un -0,2%, respectivamente. De igual modo, también ajustan a la baja su previsión de flujo de caja libre recurrente en un -0,7% y en un -0,3%, respectivamente. «Nos mantenemos, en líneas generales, alineados con la guía para 2025 y el objetivo a medio plazo para 2027», apuntan.

BERENBERG TAMBIÉN CONFÍA

La de BofA no es la única recomendación positiva que ha recibido Cellnex en los últimos días. Para los analistas de Berenberg, Cellnex es una clara ‘compra’, ya que la compañía está lista para debatir la consolidación en Francia, donde el «impacto de los posibles escenarios de consolidación es limitado, con un potencial alcista«.

En su último informe sobre la compañía, la firma germana opina que Cellnex ha proporcionado «perspectiva» sobre el mercado en su presentación de resultados. También les gusta la reiteración de la guía de resultados.

Menos positivos son en JP Morgan, donde han recortado el valor a ‘neutral’ desde un anterior consejo de ‘sobreponderar‘. Si bien el gigante bancario norteamericano reconoce que Cellnex continúa ofreciendo un crecimiento de primer nivel y un atractivo rendimiento del flujo de caja libre, también opina que hay diversos factores que les preocupan.

Es el caso, por ejemplo, la posible decepción en las ventas de activos previstas, así como el riesgo de una ola de consolidación en el sector de infraestructuras de telecomunicaciones a nivel paneuropeo en los próximos 18 meses, lo que añade incertidumbre al entorno competitivo.

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