En los últimos años ha vuelto a proliferar el debate sobre el pago de impuestos en España. ¿Se paga mucho? ¿Se paga menos que en otros países de nuestro entorno? La respuesta arroja una paradoja. Pese a que es abrumador la opinión y percepción de los ciudadanos de que aporta mucho más de lo que recibe, según encuentas realizada por Sigma Dos o el CIS; la realidad es que el 80% de las familias españolas obtienen de media más del Estado, tomando como referencia un estudio elaborado por el centro de investigación Fedea.
Esta percepción se ha visto acompañado del discurso y proclamas de algunos creadores de contenido mediáticos que se han quejado, precisamente, de sufrir una elevada carga fiscal -al menos a su entender-. Algunos, de hecho, han hecho las maletas y se han trasladado a Andorra, donde el impuesto de sociedades es del 10% y contempla una tasa del 5% para los primeros 50.000 euros, así como un IVA y contribuciones a la Seguridad Social sustancialmente inferior a países como España.
En el otro lado de la moneda están los que contraargumentan: con impuestos tan bajos, impacta directamente en los servicios que recibe el ciudadano. Un ejemplo de ellos es la existencia del copago sanitario.
Vivir en Dubái
Otro de los lugares que se está promocionando como alternativa es Dubái. Esta ciudad de Emiratos Árabes está atrayendo cada vez a más trabajadores españoles por sus altos salarios y, de nuevo, su baja fiscalidad.
Este fue precisamente el destino de Alex Huertas, un empresario español que ha compartiro su experiencia en el país a través de sus redes sociales. El joven fue incluido en la lista Forbes de los 30 under 30.
«La gente se piensa que la gente viene aquí por los impuestos, pero mucha gente no. Y el que viene por los impuestos luego se da cuenta de que si me suben los impuestos un 15%, me quedo», dice en el vídeo. El país no tiene un IRPF y su IVA es del 5%, que se suma a un impuesto para las empresas del 9% en el caso de que ingresen más de 375.000 dirhams emiratíes (88.000 euros).
No son la diferencia entre los impuestos en uno y otro país lo que le atrae y le ata al país. «Si yo mañana tengo que pagar un 10% de lo que gano, es que no me muevo… me quedo aquí a pagarlos encantadísimo».