«Esta práctica permite que el cuerpo se enfríe y se calme, especialmente en verano«, comenta Xuan Lan en un video publicado en su perfil oficial de Instagram. Se trata del Ying Yang, y aquí te revelamos todos los detalles para que puedas incorporar esta práctica a tu rutina diaria.
En qué consiste el Ying Yang
Según explica Xuan Lan, activar el sistema nervioso parasimpático contribuye a disminuir la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la sensación de calor. Para ello, recomienda una serie de asanas que pueden practicarse cómodamente en casa con ayuda de cojines, bloques o incluso libros:
- Balasana: siéntate sobre las rodillas y apoya el pecho en un cojín colocado delante, girando la cabeza hacia un lado para inducir la relajación.
- Paschimottanasana: desde posición sentada, estira las piernas hacia adelante y apoya el tronco sobre un cojín elevado, lo que facilita el estiramiento de la espalda.
- Viparita Karani: recuéstate boca arriba y eleva las piernas a 90 grados, apoyándolas sobre un cojín o sillón, con los brazos relajados a los lados.
- Setu Bandhasana: tumbada boca arriba, coloca bloques o libros bajo los glúteos y extiende los brazos en dirección contraria al cuerpo para abrir suavemente el pecho.
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Mantener cada postura de 2 a 3 minutos, en silencio o con música suave, favorece la liberación de tensiones y aporta una sensación renovada de frescor y bienestar.
Además de adaptar la práctica física, Xuan Lan enfatiza la importancia de mantenerse hidratado, evitar salir en las horas de mayor calor y vestir ropa ligera y transpirable.
El yoga y las lesiones
De acuerdo con MedlinePlus, aunque el yoga suele ser una actividad segura, existe la posibilidad de sufrir lesiones si se realiza una postura de manera incorrecta o si se exige demasiado al cuerpo. Por ello, es importante seguir ciertas recomendaciones para practicarlo con seguridad.
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Si se padece alguna afección médica, es fundamental consultar previamente con el profesional de atención médica antes de iniciar la práctica. También es aconsejable preguntar si existen posturas específicas que se deban evitar.
Al comenzar, lo ideal es hacerlo de manera gradual, aprendiendo primero las bases antes de intentar movimientos más exigentes. Es recomendable elegir una clase que se ajuste al nivel personal y, en caso de duda, preguntar al instructor. Nunca se debe forzar el cuerpo más allá de su zona de confort. Si una postura resulta difícil, lo mejor es solicitar ayuda para adaptarla.
Asimismo, es importante plantear preguntas siempre que no se esté seguro de cómo realizar un movimiento. Llevar una botella de agua y mantenerse hidratado es clave, especialmente en las clases de yoga caliente. La ropa debe permitir libertad de movimiento para facilitar la ejecución de las posturas. Además, si aparece dolor o fatiga, es momento de detenerse y descansar.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.