El Vaticano va muy en serio en el caso de las Hijas del Amor Misericordioso, la asociación de fieles acusada de actuar como una secta y conocida por el acrónimo HAM. Según informa la revista católica ‘Vida nueva’, la investigación que se ha llevado desde el Tribunal de la Rota y la Archidiócesis de Madrid habría dejado al descubierto indicios y pruebas vinculados a los llamados ‘delicta graviora’: los delitos más graves que alguien puede cometer en el ámbito del derecho canónico.
La información ha sido difundida este lunes –en un artículo firmado por su director, José Beltrán– por esta revista católica muy influyente en el ámbito del catolicismo hispanohablante, habitualmente muy bien informada y vinculada a sectores progresistas de la Iglesia. Según esta fuente, de hecho, el caso estaría incluso ya en manos del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el ‘ministerio’ vaticano que se encarga de investigar los abusos más graves cometidos por organizaciones de la Iglesia católica o vinculadas a ella.
«La gravedad de las denuncias presentadas por la veintena de víctimas (en los últimos días, el grupo de afectados asciende ya a 30) contra las HAM por supuestos abusos de poder y conciencia están siendo examinadas con lupa por la Santa Sede», ha contado Beltrán, citando a fuentes conocedoras que han preferido mantener el anonimato. De ahí «la contundencia» en la postura del arzobispado de Madrid, que actualmente dirige José Cobo –cardenal cercano al difunto papa Francisco–, después de que se hallaran indicios de «supuestos delitos que atentan contra la fe«. «Es esa gravedad la que está marcando la proporcionalidad de las decisiones adoptadas por la archidiócesis de Madrid«, ha añadido, en alusión a la intervención del Arzobispado al apartar de la dirección de la comunidad a María Milagrosa Pérez Caballero, conocida como Marimí.
Confusión y miedo
“Intentar disfrazar la intervención de la Rota, del Arzobispado de Madrid y de la Santa Sede de una persecución maligna o insinuar que se trata de una investigación chapucera fruto de una denuncia por venganza es un ataque a la línea de flotación de los principios básicos de la justicia en la Iglesia”, denuncia en ‘Vida nueva’ un canonista cercano al proceso que se está llevando a cabo, quien lamenta “la confusión que se está generando en el seno de las HAM y en su entorno, que no conocen o no quieren conocer hasta dónde llega lo que está pasando ahí dentro”.
Tras investigar el caso, el Tribunal de la Rota y el arzobispado de Madrid han dado verosimilitud a las acusaciones y han apartado del cargo durante un año a la antigua superiora general por supuestamente haber mantenido prácticas sectáreas. La religiosa también está acusada de haber abusado sexualmente de un joven. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, un grueso de familias afectadas temen que las religiosas se declaren finalmente en rebeldía y sus hijas queden fuera del amparo de la Iglesia.
Antiguo Santo Oficio
El Dicasterio de la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio, está actualmente dirigido por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, un sacerdote nombrado en 2023 por Francisco y que hasta ahora ha llevado adelante otros casos de abusos muy complejos. Uno de los más importantes fue el del Sodalicio, un poderoso grupo sectario de Perú que fue investigado por agresiones sexuales y que este año ha sido disuelto por el fallecido Pontífice latinoamericano. EL PERIÓDICO ha contactado, de momento sin éxito, con la oficina del cardenal Cobo y con el Dicasterio de la Doctrina de la Fe.
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