Las nanoestructuras únicas en las plumas de las colas de los pavos reales pueden formar cavidades ópticas, amplificando la luz de una manera nunca antes vista en animales: el fenómeno es similar al comportamiento de un láser.
Un equipo interdisciplinario de investigadores de varias universidades estadounidenses ha descubierto que las plumas de la cola del pavo real pueden comportarse como microcavidades láseres naturales, amplificando la luz de forma coherente gracias a nanoestructuras biológicas únicas. Es la primera vez que se documenta un fenómeno óptico similar en este tipo de especies animales: el nuevo estudio ha sido publicado en la revista Scientific Reports.
El experimento consistió en teñir varias veces con un colorante fluorescente las zonas irisadas conocidas como “ocelos” en plumas de pavo real indio (Pavo cristatus). Estas plumas luego fueron irradiadas con pulsos de luz verde: solo después de múltiples aplicaciones del tinte y secados sucesivos se observó la emisión láser. Se apreciaron dos líneas espectrales bien definidas que emitían luz amarilla y verde, especialmente intensa en las regiones verdes de los ocelos, según explica TechSpot.
El secreto está en la estructura: coloración estructural y cavidades reales
¿Por qué no se ve el láser a simple vista? Esto se debe a que la emisión coherente ocurre en intensidades y condiciones que el ojo humano no detecta directamente, pero logró ser captada con instrumentación especializada. Posteriormente, los científicos pudieron descubrir más detalles del fenómeno.
Las plumas de los pavos reales no tienen un color brillante debido a pigmentos. Su intensidad iridiscente surge por coloración estructural, un fenómeno óptico en el que nanoestructuras periódicas dispersas en las barbillas reflejan ciertas longitudes de onda, mediante un proceso denominado interferencia constructiva. Estas mismas estructuras se comportan como cristales fotónicos, capaces de actuar como resonadores ópticos naturales.
Sin embargo, los autores del estudio señalan que el mecanismo responsable del efecto no es exactamente el mismo que produce la iridiscencia visible. Aparentemente, estructuras internas como gránulos de proteína podrían formar cavidades ópticas coherentes que permiten amplificar la luz de forma láser, aunque aún no se han identificado de forma definitiva.
¿Cómo se comportan las cavidades naturales?
A diferencia de un láser convencional, que requiere espejos y un medio amplificador externo, las plumas del pavo real ya poseen una estructura interna que actúa como resonador y refleja la radiación estimulada. La prueba clave: regiones de diferentes colores de los mismos ocelos emitieron láser en las mismas longitudes de onda, sugiriendo una estructura subyacente homogénea y repetible en toda la zona.
Referencia
Spectral fingerprint of laser emission from rhodamine 6g infused male Indian Peafowl tail feathers. Anthony Fiorito III et al. Scientific Reports, 2025. DOI:https://doi.org/10.1038/s41598-025-04039-8
Además, el láser generado no responde a un efecto aleatorio tradicional, sino que presenta modos espectrales consistentes, indicando una organización regular en la nanoarquitectura biológica. Según publica Interesting Engineering, aunque no hay evidencia en torno a que los pavos reales usen este efecto de forma natural (no “disparan” láseres en su entorno), el hallazgo abre puertas a aplicaciones biomiméticas y biotecnológicas de alto impacto.
Potencialmente, se podrían diseñar láseres biocompatibles para uso médico en imágenes, herramientas de diagnóstico o terapias internas seguras para tejidos humanos. Además, la técnica podría emplearse como herramienta para explorar microestructuras ocultas en tejidos biológicos, usando espectros de láser como herramienta de mapeado.