Varias personas que han visitado a Juan Carlos I durante estos cinco años en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) coinciden en subrayar lo solo que ven al rey emérito. Como casi en una tragedia griega, en su vejez se está repitiendo el aislamiento que vivió en su infancia y adolescencia, cuando su padre lo mandó a un internado de Suiza con 8 años y después, a los 10, dejó a Franco que se ocupara de su educación.
Las hijas de Juan Carlos, Cristina y Elena, y algunos de los nietos que le han dado lo visitan de vez en cuando en esa ciudad del golfo Pérsico, pero la mayor parte del tiempo lo pasa solo. También tiene amigos que van una o dos veces al año a acompañarle y están tres o cuatro días con él. Algunos se quedan incluso en su casa, otros en hoteles cercanos. Les lleva a menudo al restaurante Café Milano, uno de sus favoritos, en el Hotel Four Seasons. Una vida cómoda y lujosa que sigue costeando la familia real de Emiratos Árabes Unidos gracias a la buena relación de Juan Carlos I con el también presidente de ese país, el jeque Mohamed bin Zayed.
La escritora francesa Laurence Debray le ha ayudado a escribir su libro de memorias, que está previsto que se publique en otoño
Este verano, según fuentes del entorno del rey emérito, Juan Carlos I está haciendo algunos viajes cortos, de tres o cuatro días, a otros países de la zona de la Península de Arabia para visitar a algunos amigos y también tiene previsto viajar a Galicia para salir a navegar y entrenarse para el desafío que tiene a finales de septiembre: defenderá en aguas de Nueva York (EEUU) el título de campeón mundial de la clase de 6 metros de vela, en la división clásica. La anterior edición, en la isla de Wight (Reino Unido), se celebró en 2023 y el ‘Bribón’ se alzó con el oro, algo que ya había hecho en 2017 (en Canadá) y en 2019 (en Finlandia). Este año toca competir en el Seawanhaka Corinthian Yacht Club, en Oyster Bay, a apenas 30 kilómetros al este de Manhattan.
El traslado del ‘Bribón’
Es habitual que las tripulaciones, al mando de la cual está Juan Carlos I, se entrenen días antes para familiarizarse con las aguas. Uno de los entretenimientos de estas semanas del exjefe de Estado es organizar el traslado del ‘Bribón’ hasta allí.
Nadie se podía imaginar hace cinco años que la salida del rey emérito de España fuera a durar tanto. En aquel comunicado emitido por la Zarzuela el 3 de agosto de 2020, cinco meses después de que la prensa extranjera publicara informaciones sobre la fortuna oculta del antiguo rey, Juan Carlos I escribió que con su “meditada decisión” de trasladarse “fuera de España” quería “facilitar” a su hijo el ejercicio de sus funciones desde “la tranquilidad y el sosiego”. Y los 5.600 kilómetros entre Abu Dabi y Madrid ayudaron a mitigar el impacto de las investigaciones judiciales durante muchos meses. La fiscalía española abrió diligencias por las presuntas comisiones del AVE a La Meca (en las que se acumularon los pagos con tarjetas opacas y los fondos de las fundaciones Lucum y Zagatka) y también por el fondo descubierto en el paraíso fiscal de Jersey.
La fiscalía anticorrupción acreditó delitos pero dio carpetazo por «la insuficiencia de indicios incriminatorios, la prescripción del delito, la inviolabilidad del jefe del Estado y las regularizaciones«. Lo hizo el 2 de marzo de 2022, hace ya más de tres años, pero eso no supuso la vuelta del exjefe del Estado, algo que no acaban de ver oportuno ni la Moncloa ni el propio Felipe VI, que sigue manteniendo una relación fría y escasa con su padre después de que, en marzo de 2020, anunciara que renunciará a cualquier herencia que le pueda tocar cuando este muera. Lo que sí que ha mejorado es el canal de comunicación con Camilo Villarino, que sucedió a Jaime Alfonsín como jefe de la Casa del Rey, en febrero de 2024. Juan Carlos, según fuentes conocedoras de ese contacto, agradeció mucho que Villarino, nada más asumir su cargo, le telefoneara para ponerse a su disposición.
¿Dónde viviría?
El principal obstáculo para que Juan Carlos I pase más tiempo en España es la elección sobre dónde viviría. Él sigue diciendo a sus amigos que tendría que ser el Palacio de la Zarzuela, sede de la jefatura del Estado y donde residen su esposa, Sofía, y los Reyes y sus hijas. Esa opción es vista como inviable por parte de la Casa del Rey y en el fondo por él mismo: en otra carta que hizo pública tras el archivo de las investigaciones de la fiscalía (7 de marzo de 2022) afirmó que era consciente de que, si volvía a residir en España, tendría que organizar su vida “personal” y “de residencia en ámbitos de carácter privado”. Sin embargo, si al final eligiera algún hotel o vivienda particular, las preguntas sobre de dónde sale el dinero para pagar esos gastos se multiplicarían. No es lo mismo pasar unos cuantos días en Galicia o Madrid, como hace ya estos años en sus habituales viajes, como alargar esas estancias durante varias semanas.
Y, tras el verano de regatas y amigos, en otoño Juan Carlos I ha querido que le espere otro momento intenso: en noviembre, después de varios retrasos, se publicará ‘Reconciliación’ (editorial Planeta), un libro de memorias que ha escrito con la ayuda de la escritora francesa Laurence Debray. La elección del día, el 12, no es baladí. Diez días más tarde, el 22, se cumplirá el 50º aniversario de su proclamación como jefe del Estado. Por ahora, ni Zarzuela ni el Gobierno han informado de cómo van a celebrar ese aniversario ni tampoco si van a contar con Juan Carlos I para hacerlo.
Suscríbete para seguir leyendo