Con la llegada del verano todo el mundo corre en busca de un lugar en el que refrescarse y pasar unos días relajantes evitando el calor. Nuestro país cuenta con un sinfín de ciudades costeras en las que disfrutar de un día en la playa donde las olas del mar rebajan las altas temperaturas. Pero España también tiene ciudades de interior que carecen de playas y donde sus habitantes tienen que buscar otras alternativas. Muchos de ellos recurren a las piscinas o ríos donde el agua está a una temperatura más baja y logran esa sensación de fresco. Aragón es uno de esos destinos que, aunque muchos no lo crean, sí tiene playa.
Aunque pensemos en los preciosos paisajes que ofrece Huesca y de sus mágicos ibones, no es ahí donde se ubica este paraje. Es en Teruel, donde existe un enclave de aguas cristalinas rodeado de verde, en el que disfrutar de deportes acuáticos o, simplemente, de darse un chapuzón en estos días calurosos de verano.
En un pequeño pueblo a menos de 10 minutos de la capital acuden los veraneantes de toda la provincia a pasar un día en contacto con la naturaleza mientras se relajan en sus aguas de un azul turquesa impresionante. Este pantano es el destino perfecto para turolenses y habitantes de provincias cercanas que se acercan hasta allí y automáticamente se enamoran de este enclave mágico rodeado de árboles y montañas.
Embalse del Arquillo de San Blas. / Fishsurfing
Se trata del Embalse del Arquillo, situado en San Blas. Julio y agosto son los meses en los que los veraneantes van hasta el pantano donde encuentran una caseta bar con bebidas y aperitivos y que sirve de puesto de alquiler de las barcas a pedales que cogen los bañistas para moverse por el embalse y tomar el sol. También están disponibles kayaks y tablas de paddle surf para los más aventureros. Nada más llegar al lugar verás una gran cantidad de coloridas barquitas, algunas incluso con tobogán, y los deportistas en kayaks o incluso los más expertos nadadores recorriendo las aguas del pantano de punta a punta.
Tal es la cantidad de gente que visita este paisaje paradisíaco que en ocasiones es necesario esperar una hora o dos para adquirir una de esas barquitas. Además, el embalse del Arquillo también dispone de merenderos para aquellos que desean llevarse su propia comida y pasar el día allí. La zona de parking no es muy grande por lo que muchos recomiendan llegar pronto para poder aparcar el coche de forma correcta. Tal es la afluencia de público que se estima que unas 200 personas al día utilizan los servicios de alquiler y a esas hay que sumarle todas aquellas que se desplazan hasta allí sin utilizar ninguno de los servicios que ofrecen.
Una ruta increíble
Esta inmensa piscina natural es el emplazamiento perfecto para realizar actividades deportivas como pruebas de triatlón, natación o kayak. Pero el Arquillo todavía guarda un secreto más. Se trata de una ruta por el Camino Natural del Río Guadalaviar que recorre un largo sendero desde Teruel hasta el pantano pasando por San Blas y que es una auténtica maravilla. Este sendero de escaleras y pasarelas sobre el río es un paseo perfecto donde los altos árboles dan sombra al caminante y la vegetación selvática decora los más de 3 kilómetros de recorrido. Como colofón a un paseo perfecto llegarás al embalse del Arquillo donde podrás refrescarte y pasar un día maravilloso en sus cristalinas aguas.
Capacidad del pantano
El Arquillo está construido en el cauce del río Guadalaviar y su superficie aproximada es de 85 hectáreas con una capacidad de 22 hectómetros cúbicos. Para hacernos una idea, en este pantano cabe el agua equivalente a 8.000 piscinas olímpicas. Esta gran balsa acuática abastece de agua a Teruel y a la central hidroeléctrica de Carburos y también sirve de fuente principal de los regadíos de la zona.
En el mes de junio ha llenado su capacidad al 92% gracias a las altas temporadas de lluvias. Según ha informado la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el volumen más alto alcanzado en los últimos veinte años que registra el pantano en esta época del año.