El municipio alpujarreño de Bérchules (Granada) ha celebrado esta medianoche su Nochevieja de agosto, un evento que comenzó cuando un apagón en 1994 dejó a sus vecinos sin campanadas y que cada año multiplica por diez la población local como un reclamo turístico que se extiende durante días. La Asociación Berchulera de Nochevieja en agosto (ABNEA) y el Ayuntamiento de Bérchules impulsan esta fiesta que transformó desde primera hora del sábado el calor pegajoso del verano en una fiesta navideña.
El alcalde de Bérchules, Ismael Padilla, ha explicado a EFE que la fiesta se ha desarrollado sin incidentes ni necesidad de asistencias médicas, y que la cifra de asistentes ha superado a años anteriores, por encima de las 7.000 personas disfrutando del cotillón, la cabalgata de Reyes Magos, los mantecados y el anís. «Y mientras los más rezagados terminaban la fiesta ya por la mañana, se ha activado el operativo especial de limpieza para que las calles estén más limpias que nunca», ha apuntado Padilla.
Todo por un apagón
La Nochevieja en Agosto incluye pasacalles y reparto de anís y polvorones, la visita de los Reyes Magos y la toma de las uvas de la suerte al ritmo de las campanadas que no pudieron celebrarse en 1994, fecha en la que un apagón dejó a los vecinos de Bérchules sin Nochevieja.
Padilla ha explicado que este año se han sumado a la fiesta muchos creadores de contenido, ‘influencers’ que han sido parte de una tradición convertida en reclamo turístico y en dinamizador económico de la zona. Ha añadido además que se ha incrementado el número de viajes organizados que llegan a la Alpujarra desde otros puntos de Granada y de las costas de Málaga y Almería, que se suman a un perfil de turistas más familiar que se quedan durante una semana o diez días en la zona para combinar naturaleza, turismo rural y experiencias.
