Jaca ha puesto este domigo el broche de oro a su Festival Folkórico de los Pirineos con un desfile multitudinario y lleno de color. El tradicional pasacalles final ha permitido a vecinos y visitantes viajar por el folclore de doce países gracias a la participación de los 19 grupos venidos este año de cuatro continentes. La calle Mayor de Jaca se ha convertido por unas horas en la calle del Mundo con el desfile y los bailes de grupos folclóricos llegados de Francia, Turquía, Montenegro, México, Malasia, Lesoto, India, Georgia, Colombia, Ecuador o España. El festival, uno de los más antiguos del país y que se celebra cada dos años, ha cerrado así con gran éxito su edición número 53 tras cinco días de intensa actividad.
Tanto vecinos como visitantes se han echado a la calle para disfrutar de la fusión de culturas, la música y el baile de los citados grupos. De hecho, se han ocupado (previo pago de ocho euros cada una) las más de 3.000 sillas instaladas a lo largo del recorrido del desfile, que ha comenzado a las 19.00 horas y ha transcurrido por la calle Ferrenal, avenida Oroel, calle Mayor y avenida Regimiento de Galicia hasta calle Correos. Aunque la organización no ha dado cifras oficiales, se estima que el festival ha congregado a unas 55.000 personas, entre vecinos y visitantes.
El desfile final y también el pasacalles celebrado en la mañana de este domingo han llenado de color la capital jacetana como ha ocurrido desde que el festival echara a andar oficialmente el pasado miércoles, una jornada que se abrió también con éxito gracias al pasacalles inaugural. Durante todos estos días, la localidad ha acogido espectáculos de pago, conciertos gratuitos, exposiciones y actividades para los más jóvenes como ‘Los más pequeños conocen las danzas del mundo’, celebrada todas las mañanas en el parque de Jaca.
En el festival han participado grupos de doce países. / M.A.MUÑOZ
De esta forma, las calles de la antigua capital del Reino de Aragón han vuelto a ser escenario de un festival que comenzó un 3 de agosto de 1963, y que desde entonces no ha dejado de convertir cada dos años a la ciudad en el epicentro del folklore (en esta edición han participado unos 600 bailarines de esos doce países).
El ayuntamiento ha acogido en la mañana de este domingo el tradicional acto institucional de intercambio de obsequios con los 16 grupos participantes, que han entregado una variada muestra de artesanía, recuerdos y productos típicos de sus países.
Los pasacalles han vuelto a ser este año uno de los principales atractivos, aunque también se han celebrado con éxito espectáculos nocturnos en el pabellón del festival y en el Palacio de Congresos, conferencias sobre folklore y exposiciones. El festival empezará pronto a preparar la edición de 2027.