Con los termómetros disparados por la ola de calor, el fuego sigue sin dar tregua a Galicia. Se cierra una semana negra en los montes gallegos con más de una docena de incendios forestales, de los cuales cuatro amenazaron núcleos poblados y obligaron al confinamiento y desalojo de vecinos. Al cierre de ayer las llamas habían quemado más de 1.500 hectáreas, de las cuales solo un millar ardieron durante el fin de semana.
Galicia registró, de hecho, su primer gran incendio del verano —se considera así cuando supera las 500 hectáreas—. Se desató en el concello ourensano de Vilardevós, en la parroquia de Terroso, y continúa activo, aunque desde la Consellería de Medio Rural señalaban ayer que su evolución es «bastante estable». Se mantiene, en todo caso, el nivel 2 de alerta por la cercanía de las llamas a los núcleos de Dona Elvira y Enxames y ya suman 570 las hectáreas afectadas.
Este fuego en Vilardevós, junto a otros tres registrados en el concello coruñés de Ponteceso, sumaron, en total, ayer más más de un millar de hectáreas quemadas a consecuencia de las llamas.
Ponteceso
En Ponteceso fueron tres las parroquias afectadas. Donde más ardió fue en Cospindo, con 200 hectáreas arrasadas. En Brantuas las llamas ya habían calcinado otras 140 hectáreas y en A Graña otras 100 más.
A última hora de la tarde de ayer, el alcalde de Ponteceso, José Manuel Mato, aseguraba que los fuegos en su localidad se encontraban ya cerca de ser controlados por los equipos de extinción. Según relataba el regidor, la situación más dura se encontraba en los focos de la parroquia de A Graña y el de Brantuas, donde el fuego se aproximaba ya al lugar de Guxín. Ni siquiera las zonas protegidas quedan al margen del drama de los incendios. En el Parque Natural de As Dunas de Corrubedo, en Ribeira, se originó ayer otro fuego, aunque quedó rápidamente apagado y solo afectó a 0,01 hectáreas.
Y en Ourense a media tarde se originaba otro fuego en Vilar de Barrio que, según las primeras estimaciones, afectaba a unas 20 hectáreas.
La buena noticia de la jornada es que finalmente los equipos de extinción lograron apagar el fuego registrado en A Cañiza el pasado miércoles. Tras cinco días ardiendo y el riesgo que supuso para las casas, lo que obligó a decretar el nivel 2 de alerta, el incendio se extinguió después de afectar a 295, hectáreas, 220 de ellas de monte arbolado.
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