Guillermo del Pino ya tiene su segunda corona continental. Y esta vez, con un desenlace reservado solo para elegidos. El base-escolta cordobés lideró este domingo a la selección española sub-18 hacia la medalla de oro en el Europeo de la categoría tras tumbar a Francia (82-81) en una final vibrante, que se decidió en el último segundo. Del Pino, que la pasada campaña formó parte de la plantilla del Coto Córdoba Club de Baloncesto, anotó el triple decisivo sobre la bocina para sellar una victoria épica y firmó una actuación estelar: 23 puntos, un rebote, tres asistencias y 30 minutos en pista, siendo el máximo anotador del encuentro.
El jugador cordobés, uno de los puntales del bloque dirigido por Marco Justo, volvió a responder en el momento clave. España trabajó a contracorriente durante buena parte del duelo, con el cuadro galo llevando la iniciativa hasta el tramo final. Es más: hasta el último segundo, literalmente. Fue entonces cuando emergió la figura del internacional cordobés, que asumió la última posesión y ejecutó el lanzamiento que vale un título, después de anotar un tiro libre compases antes y errar el segundo. El acierto encendió al banquillo español y confirmó a La Roja como gran potencia de la categoría tres años después de su última conquista en sub-16, también con Del Pino como protagonista.
Héroe y figura con España
Y es que la trayectoria del cordobés con la selección nacional empieza a acumular gestas. En 2022 ya fue campeón de Europa sub-16, además de MVP de aquel campeonato, y en 2023 firmó una notable actuación en el Mundial sub-17, donde promedió 11 puntos. Su nombre figura desde hace tiempo entre los más prometedores del panorama nacional, y esta nueva medalla de oro lo reafirma como uno de los referentes de la generación del 2007.
Con apenas 18 años -cumplidos en enero- y una madurez impropia para su edad, el siguiente paso en su carrera le llevará a Estados Unidos, donde defenderá los colores de la Universidad de Maryland en la NCAA. Su incorporación a una de las universidades más potentes del baloncesto universitario irá acompañada de un contrato de seis cifras, que lo convierte en el deportista cordobés menor de 19 años mejor pagado de la historia. Pero antes de cruzar el Atlántico, ya ha escrito una nueva página dorada en su trayectoria. Y con mayúsculas.