La segunda jornada de los Campeonatos de España de Atletismo en Tarragona acabó a lo grande tras la exhibición matutina de la vigente bicampeona mundial María Pérez en 10.000 metros marcha. Los protagonistas vespertinos fueron múltiples. María Vicente, Paula Sevilla, Bernat Erta, Héctor Santos y un histórico Artur Coll con 5,70 en pértiga.
La batalla del 400 femenino se la llevó Paula Sevilla, una atleta que sigue maravillando desde que subió desde el 200 el pasado invierno y que ya fue bronce en el Europeo bajo techo de Apeldoorn. La discípula de José Luis Calvo ya tiene la mínima mundialista y volvió a correr por debajo de 51 (50.83), a 13 centésimas de su marca personal.
La especialista en la última curva del relevo 4×100 que también estará en Tokio aguantó la caída de la velocidad en la recta pese a lo mucho que la apretó la madrileña Blanca Hervás (51.39), quien sigue sin conseguir los 51.10 que pide la RFEA (hizo 51.15 en el Europeo de Selecciones). La defensora del título, Eva Santidrián, fue tercera con 51.68.
Paula Sevilla pudo con Blanca Hervás en la final de 400 lisos / RFEA – SPORTMEDIA
La masculina fue un duelo a tres bandas con victoria de Bernat Erta. El catalán, KO desde el Mundial de Nanking, reapareció con marca personal en ‘semis’ (45.36) y ganó la final (45.45) y un puesto en el relevo mixto para Tokio. Markel Fernández fue plata con marca personal (45.47) y el pacense David García Zurita, bronce (45.73). El azulgrana metió el cuello y se fue al suelo como en el Europeo, cuando logró un espectacular bronce en 4×400 para España.
Enorme María Vicente
Sobre todo si les gusta el atletismo, toca quitarse el sombrero con María Vicente. La catalana se presentó en la longitud matinal con un vendaje en la pierna derecha y se quedó en 5,97, muy lejos de los 6,41 que logró en su reaparición en Götzis y de su marca personal (6,80). Otra habría bajado los brazos y se habría olvidado del Mundial.
Rendirse no existe en el universo de la discípula de Ramón Cid, quien reaccionó por la tarde para lograr sendas marcas personales en jabalina (48,23 metros) y en 800 metros (2:13.83) para quedarse a 63 centésimas (o a nueve puntos) de su récord nacional con 6.295 (en Austria hizo 6.288). Está difícil, pero no imposible para Tokio. La joven Sodía Cosculluela fue segunda con 6.000 puntos exactos y Andrea Medina, bronce con 5.807.
«Ha sido un sube y baja de emociones. Estoy supercontenta por haber podido mostrar parte de mi potencial, por haber acabado y por estar sana. Mis pruebas malas son las que he podido potenciar por las lesiones y molestias; la velocidad y la explosividad me ha costado más. Por mis cuentas tendría que haber hecho más del récord para ir al Mundial. Vamos a ver. Si puedo ir, espero llegar mejor tras otro mes de entrenamientos», explicó María Vicente.
‘Pájaro’ Coll
La gran sensación del día fue Artur Coll. A dos semanas de cumplir 24 años, el catalán devolvió la pértiga al máximo nivel con el mejor salto de la década en España tras bastantes meses ‘avisando’. Llegó con 5,61 como mejor marca y se elevó en el segundo intento por encima de 5,70 (mínima de competitividad que pide la RFEA para el Mundial).
De un plumazo, empató con Igor Bychkov, Dani Martí y Juan Concepción en la cuarta plaza del ranking histórico, por detrás tan solo de Montxu Miranda (5,81), José Manuel Arcos (5,80) y el bronce olímpico Javier García Chico (5,77). Un gran triunfo también de su entrenador, Alberto ‘Lobito’ Ruiz, uno de los precursores de la especialidad que llegó a saltar 5,61 y lleva años entregando sus conocimientos y su capacidad didáctica a los jóvenes en el CAR Sant Cugat.

Artur Coll franqueó los 5,70 en pértiga / RFEA – SPORTMEDIA
Àlex Gracia fue plata con 5,50 y Ander Martínez de Rituerto (5,40) dejó sin medalla a otro de los favoritos, José Luis Bravo (5,30). Ojalá las lesiones respeten a Coll, el nuevo referente de una especialidad que vuelve a levantar la cabeza al igual que la altura femenina con las jóvenes Una Stancev, Celia Rifaterra y Ona Bonet.
Héctor Santos sonríe
Otra gran fugura fue Héctor Santos. El onubense llevaba años en un oscuro túnel por las lesiones que le hicieron pensar en colgar las zapatillas el año pasado y logró su primer título con unos excelentes 8,09 (ventosos) después de cuatro platas. Ganó fuera de concurso el cubano Echevarria (8,22), el catalán Jaime Guerra cedió el cetro español (8,08) y el enorme Eusebio Cáceres se colgó el bronce (8,04) por delante de Lester Lescay (7,99).
«Ya era el día más feliz de mi vida por volver a la alta competición, así que imaginad haber ganado. El año pasado estuve a punto de retirarme por la rodilla. No tengo ningún objetivo. Venía a saltar y ya. Llevo toda temporada bien, pero con dolor y no pasaba de 7,50. No busco Mundial ni mínima. Competiré en Guadalajara y tengo que ser realista. Ojalá pueda volver a vestir la camiseta de España en 2026″, explicó emocionado el discípulo de Iván Pedroso.
Jorge Ureña se rehízo tras su 1,85 en altura del viernes con buenas prestaciones vespertinas (55,91 en jabalina y 4:32.84 en el ‘milqui’) para lograr su décimo oro en decatlón con unos 8.075 puntos que no le servirán para Tokio (la RFEA pide 8.200 y World Athletics, 8.550). El sorprendente Andreu Boix fue segundo (7.835) y el catalán Pol Ferrer, bronce (7.768). «Ahora, a descansar, a montar en bici y a recargar fuerzas para el invierno», explicó el oñilense.
Con el aún burkinés Rodrigue Kwizera marcando el ritmo, el hispanoburkinés Thierry Ndikumyenayo cambió en la última curva para imponerse en el 5.000 con 13:35.69, por delante de Abdessamad Oukhelfen (13:35.96) y de un Eduardo Menacho que defendió el bronce con marca personal (13:36.17). «Ahora, a entrenar en altitud para acabar de preparar el Mundial. Estoy inscrito en 5.000 y en 10.000, si todo va bien voy a doblar», dijo el ya bicampeón nacional.
Dos semanas después de su plata en el Europeo sub’23, la madrileña Marta Serrano se consolida como gran realidad de los 3.000 obstáculos tras el adiós de Carolina Robles (ruta) y el embarazo de Irene Sánchez Escribano (será madre en agosto). La discípula e hija de Antonio Serrano fue muy superior (9:58.05), seguida de June Arbeo (10:02.52) y de Marina Guerrero (10:06.21); primer podio para la hermana de la gran Esther, nueve veces campeona de Catalunya.
En 400 vallas, el recordman nacional Jesús David Delgado volvió a bajar de 49 (48.70), seguido de Jorge García (50.15) e Iker Alfonso (50.75) en una prueba en la que se echa de menos a Sergio Fernández. Sin Sara Gallego (renunció hace días), Daniela Fra rebajó su marca (54.69) y derrotó a Carla García (56.64) y a Laura Aguilera (57.42).

Jesús David Delgado, sin rival en 400 metros vallas / RFEA – SPORTMEDIA
La azulgrana Laura Redondo sigue acumulando títulos en martillo (67,94 metros) y la sevillana Ana Estrella de León dio otro paso para convertirse en heredera de Ana Peleteiro con otra marca personal en triple (13,70) a sus 17 años. El futuro de esta atleta de padres dominicanos se presenta brillante, porque aún le falta mucha potencia y músculo.
Sin sorpresas
Las ‘semis’ de 800 metros se saldaron sin sorpresas y los favoritos se medirán este domingo en las finales. El gran nombre propio de la prueba, Mohamed Attaoui, venció sin forzar con un cambio en el 600 (1:46.47) y también se impusieron Pablo Sánchez-Valladares (1:46.35) y Mariano García (1:46.83) por delante de Álvaro de Arriba (1:46.83). Con problemas en la última curva, el bronce mundialista bajo techo Elvin José Canales pasó por tiempos (1:46.78).
Sin la prodigiosa catalana Marta Mitjans (buscará la semana que viene el oro en el Europeo sub’20), las tres iconos del 800 ganaron sus semifinales con mucha autoridad. La defensora del título Lorea Ibarzabal se impuso con 2:06.37, la consolidada Daniela García lo hizo con 2:04.79 y el mejor tiempo con 2:04.79 fue para la atleta de moda, una Rocío Arroyo que viene de colgarse la plata en el Europeo sub’23 y de llevar al oro al relevo 4×400.