Hay sitios que se viven como una postal y otros que se saborean como un recuerdo. En pleno sur de Gran Canaria, dentro del centro comercial Sunset Meloneras Beach, hay un rincón que es ambas cosas a la vez. Se llama Tribu Meloneras y ha capturado el corazón y el estómago de quienes buscan una experiencia sensorial completa: playa, cocina fusión y cócteles con vistas al atardecer.
La creadora de contenido gastronómico Cris Morgado (@crismorgadoclub) lo define como “el restaurante perfecto frente al mar para este verano”. En uno de sus últimos vídeos compartió su experiencia en este local con alma playera y estética cuidadosamente desenfadada: “Si vienes a Gran Canaria pronto, me lo vas a agradecer”.
Comida fusión entre palmeras y arena
Lo primero que llama la atención al entrar es su estética. Algunas de sus mesas están literalmente sobre arena, lo que permite quitarse las sandalias y cenar descalza, como si el restaurante fuera una extensión del mismo paseo marítimo. “Qué gusto da cuando entras a un sitio con tantas vibes de playa”, comenta Cris, mientras sostiene un cóctel colorido que parece atrapar el mismo cielo de Meloneras al caer la tarde.
El espacio está diseñado para sentir: brisa marina, luz dorada y ambiente chill, con la música y la decoración acompañando sin interrumpir. Pero más allá del ambiente, lo que realmente importa en Tribu es lo que llega al plato.
Croquetas con identidad propia
“En nuestro caso fueron un pelín lentos al servirnos, pero mereció la pena”, reconoce la creadora. Y es que la cocina de Tribu se toma su tiempo, pero entrega una propuesta que mezcla influencias asiáticas y españolas con acento canario.
Entre los entrantes más destacados, están las croquetas mixtas de jamón ibérico y pollo al curry, que se pueden combinar en el mismo plato para un viaje entre lo tradicional y lo exótico. También hay edamame, tempura, rollitos, bao de pato, ensaladas frescas, y platos más elaborados como tartar de atún o de salmón.
Carnes, arroces y atardeceres
Para quienes prefieren platos fuertes, Tribu ofrece una carta con carnes como el solomillo, el lomo bajo de ternera o el secreto ibérico. “Antes de que lo digáis, sí, me gusta la carne hecha, y este secreto estaba espectacular”, apunta Cris Morgado.
También recomienda el solomillo si se prefiere al punto, y señala que cada plato ronda los veinte euros o un poco más, lo que convierte a Tribu en un lugar ideal para una cena especial o un homenaje de verano.
También hay opciones marinas como dorada, lubina, pulpo a la parrilla con papas negras y una selección de nigiris, sashimis y rolls. Para los que buscan cerrar la experiencia con algo dulce, destacan postres como el brownie con helado de vainilla, el coconut tres leches o el yuzu amazónico.
Un restaurante pensado para quedarse
Ubicado en una de las zonas más turísticas y soleadas de la isla, Tribu Meloneras ha sabido encontrar su propio hueco: el de quienes no solo buscan comer bien, sino también vivir un momento. “Si quieres tener una de las citas más románticas del 2025 o ver uno de los atardeceres más bonitos de tu estancia en esta preciosa isla, este es el lugar”, asegura la creadora.
Ofrece experiencias gastronómicas que cruzan culturas, se funden con el paisaje y dejan huella. Con cada sorbo, cada bocado y cada rayo de sol que se esconde en el horizonte, este restaurante hace honor a su nombre: crea tribu.