En pleno debate sobre la denominada «financiación singular» de Cataluña, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, recrudece la batalla fiscal y acusa a la Comunidad de Madrid de propugnar un modelo de acumulación insolidaria de recursos: «Debemos poner freno a esta competencia desleal y ‘dumping’ fiscal de Madrid».
«Acumulan, generan mucha prosperidad y en vez de compartirla lo que hacen es una acumulación insolidaria. ¿Y cómo? Con rebajas fiscales, que alteran la competencia» entre territorios, y se suma el efecto capitalidad que les favorece, ha dicho en una entrevista concedida al diario ‘Ara’.
Esta declaración ha encontrado la respuesta inmediata de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso a través de un mensaje en la red social X: «La realidad: la Comunidad de Madrid aporta el 80% de su recaudación; el 70% de la caja común. Solo con el margen regional bajamos los impuestos mientras la Generalidad [sic] fríe a los catalanes para sus negocios a costa de todos los españoles».
«Quiero que haya una norma mínima básica para evitar que nos hagamos daño», señala Illa en la citada entrevista. Y tacha de trampa bajar los impuestos a quienes más tienen y a la vez recortar políticas públicas, frente a lo cual plantea un modelo de prosperidad compartida, pagando impuestos en proporción a la riqueza y al patrimonio de cada uno.que se debe «corregir» lo que considera como ‘dumping fiscal’ de la Comunidad de Madrid cuando aprueba «rebajas fiscales, que alteran la competencia entre territorios, que se suman a un efecto de capitalidad que ya les favorece y distorsiona la realidad económica».
«Si ustedes se fijan -añade-, las comunidades autónomas más vecinas de Madrid están perdiendo peso económico. ¿Por qué? Porque se ven afectadas por esta forma de competir, que es injusta. No es el modelo que yo defiendo. Defiendo un modelo justamente contrario, de prosperidad compartida».
La singularidad catalana
En cuanto al reparto de los recursos, Illa señala: «Hemos apostado por responder a las singularidades de Cataluña, buscando respeto a la ordinalidad y a ver qué porcentajes deberían incluirse en la cesta de impuestos. El siguiente paso será ver de qué recursos se dispone y empezar a poner números. Yo no quiero poner el carro delante del caballo y eso corresponde al gobierno de España».
«Nadie renuncia a las aportaciones de solidaridad, pero lo que no puede ser es que, realizadas las aportaciones, la Generalitat quede en peor posición relativa que el receptor. Creo que esto nadie lo defendería por su comunidad autónoma», insiste el presidente catalán.