Cada vez más turistas que visitan zonas de ocio nocturno en Mallorca —especialmente Magaluf— están expresando su hartazgo con la insistencia de los relaciones públicas que trabajan promocionando bares y discotecas. En redes sociales, abundan vídeos y testimonios que denuncian una presión creciente por parte de estos promotores, que llegan incluso a obstaculizar físicamente el paso de los visitantes.
Debate en redes
“Intentando volver a tu hotel en Magaluf pero los promotores no te dejan en paz”, comenta un usuario en TikTok, acompañando un vídeo donde se ve a una trabajadora de un local intentando llamar la atención de varios jóvenes poniéndoles la zancadilla. “No aceptan un ‘no’ por respuesta”, añade, mientras el clip se viraliza con decenas de miles de visualizaciones.
La escena ha reavivado el debate sobre los límites del marketing de calle en zonas turísticas. Hace unas semanas, otro vídeo en Magaluf ya habría causado revuelo al mostrar a una promotora bloqueando repetidamente el paso a un turista, con gestos entusiastas y ofertas para convencerlo de entrar a una discoteca. Entonces, algunos usuarios bromeaban con frases como “nunca se rinde”, aunque también se cuestionaba hasta qué punto este tipo de acoso comercial es tolerable.
Este tipo de promoción agresiva se intensifica durante los meses de temporada alta, cuando cientos de relaciones públicas recorren las calles ofreciendo entradas, copas gratis o descuentos. En muchos casos, su sueldo depende directamente de las comisiones por cada cliente captado, lo que aumenta la presión por lograr resultados.
Aunque algunos visitantes lo toman con humor o resignación, otros lo consideran una experiencia molesta que afecta a su percepción de la isla. “Por eso tienes que volver caminando por la playa. En cuanto nos dimos cuenta, no fuimos por otro lado”, comparte una usuaria en los comentarios de la publicación.