“Si con mi sueldo de las Corts casi no puedo pagar la ayuda tras una caída, ¿quién puede?»

Si un sueldo de diputada no permite a una persona con discapacidad costearse la asistencia que necesita tras caerse en la ducha de su casa, ¿cómo podrán pagársela quienes cobran menos? Es la pregunta que se hizo la diputada en el Grupo Socialista de las Corts Valencianes, Laura Soler, cuando vio a cuánto ascendía la factura por toda la ayuda extraordinaria que iba a necesitar en los próximos meses: casi 6.000 euros al mes. La alicantina es consciente de que parte de una situación privilegiada que no es común entre las personas con discapacidad: tiene -o tenía- un grado de autonomía que le permite vivir de forma relativamente independiente a pesar de su parálisis cerebral y un buen salario como parlamentaria. Pero los costes a los que tiene que hacer frente de forma imprevista, que prácticamente no puede enfrentar en solitario, la llevan a denunciar la factura invisible de la discapacidad: grúas, camas reclinables, médicos, fisioterapia, asistencia en casa. Un doble mazazo para las personas de este colectivo, cuyas necesidades no cubre, en una parte importante, la Seguridad Social. Por eso, reclama ayudas de emergencia inmediatas, para que las personas que sufren accidentes o lesiones puedan hacer frente a sus necesidades de inmediato.

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