El ascenso a Primera División tras veinticuatro años de barro quedará grabado en la memoria colectiva del oviedismo, y en la piel de unos cuantos. El estudio El Gremio Tattoo, ubicado en el centro de Oviedo y en activo desde 2019, se pasó ayer por el Tartiere como parte del GarraFest, el evento con el que el club celebró su centenario. Pero no fueron a ver a Cazorla o a Patrick Vieira. Fueron a dejar una marca imborrable en todos aquellos aficionados azules que quisieron teñirse la piel de azul, al igual que su corazón.
«Es una experiencia muy guapa y estamos muy contentos con que el Oviedo nos haya elegido para estar tatuando en el templo», dicen los artistas. Durante los partidos del triangular internacional –frente al Villarreal y el Génova–, uno de los «córner vip» se convirtió en un estudio improvisado para que el equipo de El Gremio pudiese tatuar a cerca de treinta personas, entre socios y personalidades del club. Entre los que pasaron por la camilla, el presidente, Martín Peláez; el director deportivo, Roberto Suárez, y los jugadores David Costas y Nacho Vidal. Todos ellos decididos a dejar constancia del logro de la temporada pasada de forma definitiva en su cuerpo.
Los diseños fueron elegidos por el propio club y van desde corazones azules y fechas hasta lemas relacionados con el ascenso. Fueron unos pocos los agraciados con la oportunidad de que uno de los artistas ovetenses dibujase en su piel. Aun así, quienes no resultaron ganadores del sorteo también podrán hacerse su tatuaje conmemorativo: bastará con pasar por el estudio, donde seguirán tatuando estos diseños durante los próximos días.
«Nunca habíamos hecho algo así, y que el Oviedo se haya puesto en contacto con nosotros es un auténtico honor», comentan desde el equipo de El Gremio, que cuenta con varios tatuadores especializados en distintos estilos. A pesar del entorno poco habitual, el equipo se sintió cómodo trabajando en el estadio. «Todo ha ido genial. La gente estaba muy agradecida y nosotros encantados de formar parte de algo tan especial para la ciudad», señalaron.
Desde 2019, el estudio se ha ganado un sitio en el panorama del tatuaje ovetense por su versatilidad y seriedad. Ya sea en estilo realista, tradicional, blackwork… Su equipo trabaja con atención al detalle y un trato cercano que ha hecho que muchos confíen en ellos para tatuarse algo tan significativo como el regreso del Oviedo a la élite. Ahora, gracias al GarraFest, suman una muesca más en su trayectoria. «De la pasión a la profesión», reza el lema del estudio. En este caso, la pasión viene teñida de azul.